Los productores de tabaco de España deberán recoger los filtros de los cigarrillos desde el día 6

Internacionales 04 de enero de 2023 Margarita Victorino Margarita Victorino
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La gran novedad en materia de tabaco para este inicio de año no procede del Ministerio de Sanidad, como es de esperar de la institución encargada de velar por la salud de todos, sino del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que, a través de una normativa medioambiental, podría provocar un cambio importante en la lucha contra el tabaquismo.

El día de Reyes vendrá con un regalo para los ayuntamientos y, por extensión, para los ciudadanos. Las boquillas del tabaco dejarán de ser ese residuo permanente que decora calles, jardines, parques y playas. O, al menos, así debería ser con la ley en la mano. El 6 de enero debe publicarse el reglamento que detalla que los fabricantes de tabaco deberán para hacerse cargo de la recogida de los filtros de los cigarrillos que inundan todos los espacios.

Así lo recoge la Ley de Residuos y Suelos Contaminantes que entró el pasado abril y que prohíbe la comercialización de utensilios como los bastoncillos de algodón que contengan plástico, los cubiertos, los platos, las pajitas o los recipientes para bebidas hechos de poliestireno expandido. Y que establece que desde este 6 de enero los fabricantes de tabaco no solo deberán hacerse cargo de la limpieza viaria de esos residuos, sino también de informar y concienciar de que los filtros no se pueden tirar al suelo.

¿Por qué? Las boquillas contienen acetato de celulosa, un plástico muy perjudicial para el medio ambiente. Porque los filtros tardan en descomponerse y, cuando lo hacen, liberan las sustancias contaminantes que han absorbido del humo: nicotina, arsénico, plomo… Elementos que acaban en los estómagos de los peces al consumir esas colillas, pensando que es alimento, señala la Fundación Aquae.

La medida de eliminar las colillas del entorno natural y urbano no es un invento del gobierno español, sino de Europa. Según la directiva correspondiente sobre plásticos de un solo uso, las boquillas de los cigarrillos son el segundo artículo de plástico de un solo uso que más se encuentra en las playas de la UE.

La Fundación Rezero estima que los municipios catalanes afrontan cada año costes de limpieza viaria de las colillas que oscilan entre los 12 y 21 euros por habitante 
Estos residuos, que habitualmente se desechan de manera incontrolada, causan un enorme impacto ambiental. Por ello, la directiva reclama a los Estados miembros que adopten medidas “para reducir el vertido de basura dispersa procedente de los residuos ocasionados por el consumo de productos del tabaco con filtros que contienen plástico”, entre las que incluye el marcado, la aplicación de regímenes de responsabilidad ampliada del productor o actuaciones en materia de sensibilización, señala esta directiva.

No hay datos claros del coste que supone retirar los filtros del tabaco a los ayuntamientos de toda España. Pero en un informe centrado en Catalunya, la Fundación Rezero estimó que los municipios catalanes afrontan cada año costes de limpieza viaria de las colillas que oscilan entre los 12 y 21 euros por habitante, si bien los costes más elevados se dan en los municipios costeros.

El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) cree que los fabricantes terminarán repercutiendo el coste de esa limpieza en los fumadores
A estos hay que añadir, entre otros, los derivados de la limpieza de alcantarillado y las plantas de tratamiento de agua, donde también se acumulan. Si se utiliza el dato más conservador, la cuenta de factura para los fabricantes superaría los 145 millones de euros al año en España.

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