Anulan la condena a un estadounidense que pasó casi 30 años en prisión por un crimen que no cometió

Un juez de Misuri anuló este martes la condena a cadena perpetua por asesinato que desde hacía casi tres décadas cumplía en prisión Lamar Johnson, que siempre se había declarado inocente, informa ABC.

"Esto es increíble", dijo Johnson, de 50 años, tras conocer la decisión del juez David Mason, que adujo "pruebas fehacientes de su inocencia real" como base para su puesta en libertad. 

Johnson fue declarado culpable en 1994 por el asesinato de Marcus Boyd, a quien dos hombres enmascarados mataron a tiros en el porche de su casa. La Policía y la Fiscalía atribuyeron el asesinato a una disputa por dinero vinculado al mundo de la droga. Johnson mantuvo su inocencia desde el principio, afirmando que estaba con su novia a kilómetros de distancia cuando se produjo el crimen. Aunque, según ella, se ausentó unos minutos, no habría tenido tiempo suficiente como para llegar al lugar y matar a Boyd.

La investigación
La fiscal de la ciudad de San Luis, Kim Gardner, presentó una moción en agosto solicitando la puesta en libertad de Johnson a raíz de una investigación llevada a cabo por su oficina, que reveló, entre otras cosas, el soborno de un testigo que había estado con la víctima la noche del asesinato y que, posteriormente, identificó a Johnson. "Me ha estado atormentando", dijo sobre su papel en el envío de Johnson a prisión.

Tras la anulación de la condena, los abogados de Johnson arremetieron contra la oficina del fiscal general del estado, Andrew Bailey, porque "nunca dejó de afirmar que Lamar era culpable y que se sentía cómodo haciéndole languidecer y morir en prisión."

"Sin embargo, cuando la más alta oficina de aplicación de la ley de este Estado ya no pudo esconderse de una sala de tribunal, no presentó nada para desafiar el abrumador conjunto de pruebas que la fiscal de circuito y Lamar Johnson habían acumulado", expresaron en un comunicado.

"Nada le devolverá las casi tres décadas"
Johnson planea reencontrarse con su familia y disfrutar de experiencias que le fueron negadas durante la mayor parte de su vida mientras estuvo encerrado, según sus abogados.

"Aunque el día de hoy sea alegre, nada puede devolverle todo lo que el Estado le robó. Nada le devolverá las casi tres décadas que perdió mientras estuvo separado de sus hijas y de su familia", afirmaron. Asimismo, condenaron que "las pruebas que demostraron su inocencia estaban disponibles en su juicio, pero fueron ocultadas o ignoradas por quienes no veían ningún valor en la vida de dos jóvenes negros" de una zona desfavorecida.