“Esos cabrones me dieron el premio a peor actor de la historia”: por qué Eddie Murphy dejó el cine y por qué ha vuelto

Cine 23 de febrero de 2023 Celia Santana Celia Santana
7142914195965527778

La carrera de Eddie Murphy (Nueva York, 61 años) es honorable. Así lo consideró la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, organizadora de los Globos de Oro, cuando decidió entregar al intérprete el pasado mes de enero el premio Cecil B. DeMille como homenaje a toda su trayectoria.

El intérprete, que ya tenía un Globo de Oro como actor secundario por el musical Dreamgirls (2006), recogió el galardón con un discurso sorprendentemente serio, cuyo tono solo rompió al final para formular la enésima broma a costa del bofetón de Will Smith a Chris Rock en los Oscar de hace un año. La distinción reafirma el nuevo estatus de respeto que el intérprete ha conseguido granjearse después de años de vilipendio y mofa general por la decadencia de su trayectoria, que había llevado a Murphy a amagar con una retirada.

“Paré de hacer películas en 2011. Creo que esos hijos de puta me dieron el premio a Peor Actor de la Historia o no sé qué mierda”, recordó el cómico en el podcast WTF, de Marc Maron, en 2021 a propósito del premio Razzie (los llamados Anti-Oscar) que recibió por el conjunto de sus actuaciones en la primera década del siglo XXI, cuando Murphy, después de haber sido una de las mayores estrellas cinematográficas mundiales, perdió el favor del público adulto en la taquilla, encadenó varias producciones familiares cuyo tirón comercial tampoco tardó en agotarse y, entre tanto, la crítica ajustó cuentas pendientes con él.

Curiosamente los Razzie, que en los últimos años se han caracterizado por recular y revisar el criterio de muchas malas decisiones como nominar a una niña a Peor Actriz o nominar a las actuaciones realizadas por Bruce Willis cuando todos desconocíamos que padecía demencia, se subieron a la ola de nuevo reconocimiento hacia Murphy entregándole en 2020 un Premio de Redención por Yo soy Dolemite (2019).

Por sorprendente que pueda resultar por parte de alguien que ha rodado, al menos, dos de las escenas de pedos más trascendentes (esta y esta) de todos los tiempos, una por cada entrega de El profesor chiflado, Eddie Murphy no se toma su reputación a guasa. En 2007 abandonó el Teatro Kodak durante la gala de los Oscar después de que la Academia decidiera darle la estatuilla a Alan Arkin en lugar de a él que estaba nominado por su papel en Dreamgirls.

Una de las explicaciones más extendidas sobre la derrota de Murphy, a quien se consideraba favorito en las semanas anteriores, fue el desprestigio sufrido por la terrible publicidad de su comedia Norbit (2007), que sí le reportó los premios a Peor Actor, Peor Actor Secundario y Peor Actriz Secundaria en aquella ocasión, interpretaba a tres personajes en los siguientes Razzie.

Igualmente, mucho llovió desde 1984, cuando el propio Murphy se jactó desde Saturday Night Live de haber aceptado solo por dinero y a sabiendas de que el guion era malo la comedia La mejor defensa… ¡El ataque!, calificada por él mismo como “lo peor del mundo”, hasta 1995, cuando el humorista David Spade enseñó en el mismo programa una foto de Eddie Murphy para formular el chiste “Mirad, niños, una estrella en declive. ¡Pedid un deseo!”, que desató la ira del actor y provocó que cortara relaciones durante décadas con el programa de la NBC.

“Lo que realmente me irritó es que fue un ataque a mi carrera”, contó a Rolling Stone en 2011. “Una cosa es bromear sobre una película mía, ¿pero sobre mi carrera? Además, sabes que cada chiste pasa por varias personas y que, en última instancia, Lorne [Michaels, el productor y creador] dio el visto bueno a que hiciesen que mi carrera se arruinase”.

En el especial por el 25º aniversario de Saturday Night Live, en 1999, Eddie Murphy fue la única gran estrella surgida en el programa que se negó a participar. No volvió hasta el 40º aniversario, donde tampoco quiso hacer ningún chiste y se limitó a aparecer de manera testimonial para recibir una ovación.

En 2019, sin embargo, aceptó por sorpresa presentar un programa de Navidad en el que retomó sus personajes clásicos de los ochenta, protagonizó un sketch memorable a costa de la polémica por el diseño de Sonic en la película de Jim Carrey y logró la mayor audiencia de SNL en más de una década, además de un Emmy al Mejor Actor Invitado en una Comedia. “Este es el último episodio de 2019. Pero si eres negro, este es el primer episodio desde que me fui en 1984″, proclamó en su monólogo inicial.

Caminando para que otros corran


“[Eddie Murphy] salvó un programa de televisión muy querido y abrió el camino a un montón de artistas negros sin tener ninguna hoja de ruta. No todas las estrellas de su estatura viven para disfrutar una adulación en retrospectiva”, escribía en 2020 el periodista David Kamp en The Atlantic, a propósito de los nuevos homenajes al actor y a la celebración de su regreso a la primera línea.

En su artículo El retorno de Eddie Murphy, Kamp recordaba cómo, años antes de su espantada por no ganar el Oscar de Dreamgirls, en plena década de los ochenta el cómico había presentado el galardón a la Mejor Película con una crítica a la falta de diversidad de los premios. “En sesenta años solo han ganado un Oscar Hattie McDaniel, Sidney Potier y Lou Gosset Jr.”, en referencia a los tres únicos intérpretes negros que habían recibido el premio. Y remató vaticinando: “Probablemente yo nunca ganaré uno después de haber dicho esto”.

ELPAIS

Te puede interesar
Lo más visto