Occidente y África pidieron un alto a la violencia en Sudán

Internacionales 17 de abril de 2023 Mila Matos Mila Matos
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Al menos 100 civiles murieron en Sudán, sumido este lunes por tercer día consecutivo en combates armados entre el ejército y un poderoso grupo de paramilitares, las Fuerzas de Apoyo Rápida, originado en una puja de poder entre dos militares, exaliados.

En la capital, Jartum, envuelta con un fuerte olor a pólvora y privada parcialmente de agua y electricidad, los habitantes están atrincherados en sus casas.

Un espeso humo negro se eleva del centro de la ciudad, donde se encuentran las instituciones políticas y militares, indicaron los reportes locales.

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Al menos 100 civiles murieron en Sudán, sumido este lunes por tercer día consecutivo en combates armados entre el ejército y un poderoso grupo de paramilitares, las Fuerzas de Apoyo Rápida, originado en una puja de poder entre dos militares, exaliados.

En la capital, Jartum, envuelta con un fuerte olor a pólvora y privada parcialmente de agua y electricidad, los habitantes están atrincherados en sus casas.

Un espeso humo negro se eleva del centro de la ciudad, donde se encuentran las instituciones políticas y militares, indicaron los reportes locales.

Impactante imagen satelital del humo en Jartum.
Los pocos supermercados abiertos advirtieron que sólo podrán seguir funcionando unos días más, debido a la falta de suministros. Asimismo, los hospitales que reciben a los heridos se están quedando sin insumos.

Un pedido a nivel mundial
La Liga Árabe, la Unión Africana, Estados Unidos y el Reino Unido exigieron un «cese inmediato» de la violencia.

Por parte de las dos naciones que forman parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), fue por medio de una declaración conjunta.

En un comunicado, ambos países llamaron a las fuerzas a garantizar la protección de los civiles y los no combatientes, incluyendo a personas de terceros países e instaron a la transición a un gobierno civil.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que él y el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, estuvieron manteniendo consultas sobre la situación en Sudán.

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Antony Blinken y James Cleverly.
«También hemos estado en estrecho contacto con socios en el mundo árabe, en África, en organizaciones internacionales. Compartimos una profunda preocupación por los combates y la violencia que se están produciendo en Sudán, por la amenaza que suponen para la población civil, para la nación sudanesa y, potencialmente, incluso para la región«, manifestó Blinken.

Aseguró que la población en Sudán quiere que los militares regresen a los cuarteles: «Quieren democracia. Quieren un gobierno liderado por civiles. Sudán necesita volver a ese camino. Por nuestra parte, también hemos estado en estrecho contacto, por supuesto, con nuestra propia embajada, para asegurarnos de que nuestro personal está bien«.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores británico agregó que coincidió con Blinken sobre la necesidad de un cese inmediato de la violencia, un regreso a las conversaciones que parecen encaminarse en la dirección de un gobierno civil.

«Obviamente, desde el punto de vista del gobierno del Reino Unido, nuestra primera prioridad es la protección de los ciudadanos británicos. Anteriormente habíamos cambiado los consejos de viaje y desaconsejado viajar a Sudán. Me aseguré de que los funcionarios británicos en la embajada en Jartum estén seguros y contabilizados, y continuaremos brindando todo el apoyo que podamos a los ciudadanos británicos en Sudán», concluyó el ministro británico.

El conflicto
La violencia en Sudán estalló el sábado tras semanas de tensiones entre los dos generales que protagonizaron el golpe de octubre de 2021 que puso fin a la transición de Sudán hacia un gobierno civil: el jefe del ejército, Abdel Fatah al Burhan, y el jefe de los paramilitares de las FAR, Mohamed Hamdan Daglo.

Desde entonces no cesan los combates con armas pesadas y la aviación bombardea regularmente los cuarteles de las FAR, incluso en pleno centro de Jartum.

Estos exmilicianos de la guerra en la región de Darfur, convertidos en auxiliares oficiales del ejército, están desplegados en la capital, vestidos con uniformes y armados, y luchan para tomar el control de las principales instituciones del país.

El Ejército dijo el domingo que la situación era «estable» mientras que las FAR aseguraron estar cerca de la victoria.

Las FAR indicaron que tomaron el aeropuerto internacional y el palacio presidencial, lo que el Ejército negó.

Las fuerzas del estado afirman tener en su poder la sede de su Estado Mayor. En cuanto a la televisión estatal, que sólo emite cantos patrióticos, como durante el golpe, ambos bandos afirman controlarla.

Sin una tregua a la vista, médicos y organizaciones humanitarias dieron la voz de alarma. Algunos barrios de Jartum no tienen agua ni electricidad desde el sábado.

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