Honduras intensifica en las barriadas la cruzada contra pandillas al estilo Bukele

TEGUCIGALPA, HONDURAS, AFP.- Armados con fusiles, una docena de policías ingresa a una barriada en la ladera de un cerro de la capital de Honduras en busca de pandilleros, en un operativo similar a las redadas impulsadas por el presidente Nayib Bukele en El Salvador.

Barrio 18 y la Mara Salvatrucha se han dividido el territorio del país, imponen sus reglas y obtienen dinero con venta de drogas, sicariato, cobro de extorsiones y otros delitos.

Para combatirlas, desde el 6 de diciembre rige en Honduras un estado de excepción que permite arrestos sin orden judicial, semejante al que está en vigor desde hace un año en El Salvador bajo el gobierno de Nayib Bukele.

La oficial María Domínguez, subinspectora de la policía, aseguró que «tenemos un ambiente donde los niños no pueden recrearse. Tenemos este lugar donde nosotros estamos ahorita que es una cancha, pero no vamos a ver niños aquí jugando, sino que tenemos «los placazos» (grafitis que sólo los iniciados entienden) aquí de una pandilla representativa del lugar, donde los padres de familia no se van a sentir cómodos que sus hijos estén aquí».

El 31 de marzo, la presidenta Xiomara Castro anunció una «segunda etapa» del plan, con despliegue de militares en las calles.

Esto no es algo nuevo en el país, que aunque en 2022 cerró con la tasa de homicidios más baja en 16 años, es uno de los más violentos del mundo.

El estado de excepción fue inicialmente decretado por un mes, pero ha sido prorrogado sucesivamente argumentando «buenos resultados».

Originalmente la medida regiría en barrios de Tegucigalpa y de la ciudad norteña de San Pedro Sula, pero fue extendida a más de 120 de los casi 300 municipios del país.

Carmen Mejia, habitante de la colonia Divanna, dijo que «es muy bueno porque creo que ellos representan autoridad, entonces nos sentimos seguros cuando los miramos a ellos»

En El Salvador, Bukele ha encarcelado a más de 67.000 presuntos pandilleros en El Salvador, con métodos criticados por la Iglesia Católica, la ONU y organismos de derechos humanos.

Expertos afirman que en Honduras la campaña antipandillas no tiene ese alcance y que hasta ahora cosecha frutos modestos.