Una dulce abuela fue asesinada, y el culpable es su propio nieto malvado

Nuestras familias están destinadas a ser las personas en las que podemos confiar sin importar las circunstancias. Nos quieren en nuestros peores momentos y nos protegen a toda costa. Esta expectativa hace que el asesinato de Barbara Olson, de 78 años, sea aún más impactante, ya que fue brutalmente asesinada por una de sus personas favoritas en la tierra.
 
 
 Sheboygan Falls se convierte en el escenario de un crimen

Bajo circunstancias normales, Sheboygan Falls es una ciudad tranquila en el condado de Sheboygan, Wisconsin. Los padres crían a sus hijos, los empresarios dirigen sus negocios y las comunidades se conectan bajo las carreteras arboladas. La ciudad estaba libre de homicidios desde 1996 y la gente camina por las calles con confianza.

Familias de todo Wisconsin acudían a Sheboygan Falls para evitar el bullicio de la metrópoli y establecerse en una comunidad muy unida. La zona se consideraba súper segura, y se pensaba que el área residencial era un espacio protegido para construir una vida. Entonces, en 2012, la ilusión de seguridad se rompió cuando Barbara Olson, de 78 años, fue asesinada a hachazos con un hacha y un martillo.

El comienzo del fatídico día
La mañana del 17 de septiembre de 2012 comenzó como un día completamente normal, pero rápidamente tomó un giro oscuro. La madre de Nathan Paape conducía por las cuidadas calles de Westwynde Bluffs con su hijo y su amigo a bordo.

Al llegar a su destino, se despidió de Nathan y su amigo Antonio, que estaban visitando a la bisabuela de Antonio. No sabía que los chicos tenían intenciones muy siniestras cuando se escabulleron en el garaje de Bárbara. Lo que debería haber sido una entrañable visita a la abuela se convirtió en una espeluznante escena de asesinato.

  Un plan frustrado que resultó en un desastre

Ese día, los adolescentes no planeaban comer galletas recién horneadas ni escuchar historias nostálgicas. En cambio, habían planeado robar a la anciana y salir corriendo. El primer paso del plan era escabullirse por la puerta que llevaba del garaje a la cocina, pero ahí es donde el plan se torció.