"Parece que nadie quiere asumir la presidencia allá. Nosotros podemos agarrar un avión y mandarle a Guaidó para que asuma la presidencia y se autoproclame presidente del Perú. ¿Qué les parece? Se los propongo. Mandamos a Guaidó para que cumpla su sueño y entre a un palacio presidencial, ¿les parece que se autoproclame allá?". De esta forma Nicolás Maduro mostró su ironía y crudo sentido del humor, para demostrar que la batalla continúa en busca del renacer bolivariano.
"La crisis del Perú tiene por lo menos 30 años, es una crisis de legitimidad del sistema político. Toda nuestra solidaridad con el pueblo que está despertando en rebeldía y valentía", añadió Maduro para dejar clara la consigna entre sus aliados: "Tras Bolivia y Chile, ahora a por Ecuador y Perú". Ambos países celebran elecciones presidenciales en febrero y abril, respectivamente.
En Perú se está reflejando mucha violencia policial contra las protestas gubernamentales, falta de legitimidad, y desconocimiento internacional, lo que empujó la renuncia de Manuel Merino de ser interino, luego de la vacante dejada por Martín Vizcarra. Maduro se solidariza, olvidando que tan solo en octubre en Venezuela se produjeron 1.484 protestas, 966 contra los apagones, el déficit de agua potable y las fallas en la distribución del gas.
Muchos catalogan de "hipócrita" a Maduro, ya que dijo "admirar la valentía del pueblo peruano, que salió a las calles a oponerse a la última maniobra de la oligarquía, y lograron la renuncia de Merino", cuando él ha atacado a su propio pueblo por salir a protestar para que él deje el poder.