El concepto de televisión se puede rastrear hasta Galileo Galilei y su telescopio. Sin embargo no es hasta 1884, con la invención del Disco de Nipkow de Paul Nipkow cuando se hiciera un avance relevante para crear un medio. El cambio que traería la televisión tal y como hoy la conocemos fue la invención del iconoscopio de Vladímir Zvorykin y Philo Taylor Farnsworth. Esto daría paso a la televisión completamente electrónica, que disponía de una tasa de refresco mucho mejor, mayor definición de imagen y de iluminación propia.
El pasado 21 de noviembre se celebro el Día Mundial de la Televisión, una efeméride impulsada por la ONU desde el año 1996 y que busca propiciar el uso responsable de la televisión como uno de los principales canales de difusión de información pública.
La televisión es el medio de comunicación por excelencia, ya que permite transmitir en vivo sucesos, acontecimientos y trabajos humanitarios. La idea central de este día, es que la televisión sirva como agente de difusión de noticias e información que sea relevante y enriquecedora para los habitantes del mundo.
Según señalaba la ONU en el Primer Foro Mundial de la Televisión, la pequeña pantalla se ha constituido como "un protagonista clave dentro del mundo de las comunicaciones por su influencia cada vez mayor en el proceso de adopción de decisiones, al haber sido los ojos del mundo en muchos conflictos y otras amenazas para la paz y la seguridad, así como por haber llamado la atención de toda la sociedad en importantes cuestiones económicas y sociales".
De hecho, según las encuestas que se llevaron a cabo entre los estadounidenses durante la Guerra del Golfo, conocida como 'la primera guerra televisada en directo', la opinión pública se sintió por primera vez más influida por la televisión que por la prensa de referencia o la radio. Este hecho trajo como conclusión empírica un asunto que ya era obvio desde décadas atrás: nada puede competir con el poder del audiovisual.
Por ello, el Día Mundial de la Televisión es un momento importante para reflexionar sobre el camino que ha recorrido la pequeña pantalla desde que nació y qué papel queremos darle a partir de ahora.