Según informaciones del Cuerpo de Bomberos, 37 personas murieron en el lugar del accidente y otras cuatro fallecieron en hospitales de la región por la gravedad de las heridas. El choque se produjo en una zona de la carretera Alfredo de Oliveira Carvalho, a la altura de la localidad Taguaí unos 350 kilómetros de la capital paulista y cerca de la frontera con el estado de Paraná.
El portavoz de la Policía Militarizada de Sao Paulo, el teniente Alexandre Guedes, afirmó a la cadena televisiva GloboNews que, al parecer, el vehículo transportaba alrededor de 50 trabajadores de una empresa textil de la región, pero explicó que todavía no es posible precisar cifras exactas.
Tienen la hipótesis de que el accidente habría ocurrido por el autobús adelantarse antes de tiempo y consideran la tragedia como "el accidente de tráfico más grave en las carreteras de Sao Paulo en los últimos 22 años".
El gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, lamentó lo ocurrido y se solidarizó con los familiares de las victimas. Al lugar se presentaron miembros de la Defensa Civil y militar para rescatar a los heridos. La Gobernación está pidiendo a la ciudadanía que donen sangre para las víctimas, ya que los bancos de sangre están al limite por la pandemia del Covid-19.