Los incidentes ocurrieron tanto dentro como fuera de la casa de gobierno en argentina, por lo que las hijas del astro futbolístico argentino tuvieron que intervenir ante el avance de los fanáticos y luego decidieron retirar el féretro de la sala donde se realizaba la ceremonia, quedándose en el lugar el presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Kirchner.
Desde lejos se podía observar personas trepando por las rejas para entrar a la Casa Rosada a dar el último a dios a Maradona.
El descontrol en el velatorio surgió cuando los familiares de Maradona dispusieron que la ceremonia culminara a las 4:30 de la tarde, por lo que por la cantidad de personas que rodeaban el lugar para entrar no les iba a dar el tiempo de despedirse de la estrella del fútbol.
El presidente Alberto Fernández intervino y habló con las hijas del fallecido DT de Gimnasia y Esgrima La Plata para extender el velatorio hasta las 19 (hora local). Sin embargo, la novedad no calmó a los fanáticos que se encontraban en las inmediaciones, que empezaron a aglomerarse en el ingreso al Salón de los Patriotas Latinoamericanos -dentro de la casa de gobierno.
Hubo incluso escenas de tensión dentro de Casa Rosada, hasta donde llegaron gases lacrimógenos que habían arrojado las fuerzas de seguridad en el exterior. Algunas personas intentaron acercarse al cajón hasta que intervinieron las hijas del ídolo, que con lágrimas en los ojos se abrazaron al féretro y les pidieron calma a los fanáticos.
Fanáticos de todas las edades acudieron al velorio del jugador de Fútbol más importante de todos los tiempos, todos querían dar el ultimo a dios sin importar como ni lo que tuviesen que pasar para entrar.