La televisión estatal CCTV retransmitió cómo el equipo de rescate sacaba a los hombres con los ojos vendados para evitar que la luz del sol les dañara las retinas después de tantos días a oscuras.
A pesar de que el domingo fue un día de alegría por haber sacado a 10 con vida, el lunes fue diferente, porque en el fondo del mismo pozo se confirmó la muerte de 10 mineros. "Después de traer de regreso a 11 mineros a las 3:18 pm del domingo, los rescatistas bajaron a la mina de oro y vieron los cuerpos", cuenta a los medios locales el portavoz del equipo de rescate, Du Bingjian.
"A juzgar por los cuerpos, algunos de los mineros murieron de hambre y otros a causa de las heridas de la explosión", explica Du. Continuarán con las labores de rescate, porque aún queda un minero atrapado dentro del pozo, aunque no se conoce su ubicación, ni si sigue con vida.
La explosión ocurrió el pasado 10 de enero, dejando a 22 mineros atrapados en una mina de oro de Qixia, un pequeño municipio en la provincia de Shandong, al este de China. Pese a que la explosión sucedió a mediodía, pasaron 30 horas hasta que las autoridades locales avisaron del accidente. Por esta razón fueron destituidos el secretario general del Partido Comunista (PCCh) en Qixia, Yao Xiuxia, y el subsecretario Zhu Tao.
Hace una semana el equipo de rescate logró abrir un túnel y lanzar al pozo agua y comida atada a una cuerda, para saber si los mineros seguían con vida y para su sorpresa alguien tiró de la cuerda y mandó una nota diciendo que 12 de ellos seguían con vida y "estamos agotados y no conocemos la situación de las otras 10 personas".
Hace una semana, para saber si los mineros seguían con vida, el equipo de rescate logró abrir un túnel y lanzar al pozo agua y comida atada a una cuerda. Su sorpresa fue cuando sintieron que alguien tiraba de ella para coger los suministros. La cuerda volvió a la superficie acompañada de una página de cuaderno arrancada, en la que uno de los mineros había escrito en lápiz la ubicación del grupo y la información de que 12 de ellos seguían con vida. "Estamos agotados y no conocemos la situación de las otras 10 personas", rezaba la nota.
También les hicieron llegar un teléfono y así las autoridades supieron el miércoles, que uno de los mineros atrapados que había recibido un golpe en la cabeza durante la explosión, había fallecido. Unos 400 efectivos se mantuvieron haciendo perforaciones en la mina para abrir túneles y así poder llevar a cabo el rescate.