La inteligencia artificial recrea el cerebro de un roedor

Ciencia y Tecnología 17 de junio de 2024 Yerandi Santana Yerandi Santana
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Cómo el cerebro controla y coordina nuestros movimientos sigue siendo un misterio para los neurocientíficos, y hasta la fecha, ningún robot ha podido emular la agilidad humana y animal. Sin embargo, una rata virtual creada por la Universidad de Harvard en colaboración con el Google DeepMind está ayudando ahora a descifrar el funcionamiento del cerebro.

Basándose en datos de movimientos registrados en ratas reales, los investigadores de un estudio publicado esta semana en la revista Nature han sido capaces de recrear una rata en 3D que ha sido entrenada para moverse en el plano digital como lo haría una rata real.

Estos datos se introdujeron en una red neuronal artificial que emula el cerebro de la rata para que controle su cuerpo virtual. Todo ello dentro de un simulador llamado MuJoco.

Bence Ölveczky, profesor del Departamento de Biología Organísmica y Evolutiva e investigador principal del estudio, ya había realizado previamente entrenamientos con ratas reales para estudiar sus circuitos neuronales. Ahora, gracias a la inteligencia artificial, asegura el investigador principal del estudio en el comunicado de prensa, las simulaciones virtuales pueden abrir toda un área sin explotar de la neurociencia.

Los animales simulados con IA son entrenados para comportarse como animales reales y proporcionan modelos totalmente transparentes para estudiar sus circuitos neuronales. Entre las aplicaciones de este modelo virtual, señala el experto, se puede observar cómo ciertas enfermedades pueden afectar a los circuitos neuronales.

Por su parte, Matthew Botvinick, coautor del estudio y director senior de investigación de Google DeepMind, asegura que han aprendido mucho recreando sistemas de inteligencia artificial que no solo tienen que pensar de manera inteligente, sino que también deben traducir ese pensamiento en acción física en un entorno complejo.

Ya tienen suficientes datos sobre cómo las ratas resuelven tareas y cómo se implementan los algoritmos de aprendizaje que subyacen a la adquisición de comportamiento. Por ello, probablemente el siguiente paso sea dar autonomía a la rata virtual para enfrentarse a tareas similares a las de las ratas reales: "Queremos empezar a utilizar estas ratas para probar estas ideas y avanzar en nuestra comprensión de cómo los cerebros reales generan comportamientos complejos", continúa Ölveczky en el comunicado de prensa.

COLABORACIONES ENTRE LOS CENTROS
La red neuronal artificial desarrollada por este equipo aprendió a reproducir los movimientos deseados tras recibir una trayectoria de referencia y, con ello, la rata aprendió a imitar una serie de comportamientos, incluso aunque no hubiera sido entrenada explícitamente para algunos.

EL ECONOMISTA

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