La diabetes mellitus tipo 2, la que deriva de hábitos de vida poco saludables, sigue extendiéndose en el mundo, y México se mantiene entre los 10 países con mayor prevalencia que es a su vez una de las dos principales causas de muerte.
La primera causa son las enfermedades cardiovasculares, pero para el caso éstas tienen relación intrínseca con la Diabetes Mellitus (DM) .
Es una epidemia descontrolada que lleva muchos años atacándonos, que nos cuesta muy caro y no la logramos frenar.
Zoé Robledo, titular del IMSS -y que es probable continúe en esa posición en el siguiente gobierno, lo cual le daría estabilidad a la institución- calculó en diciembre que atender la DM le significa al Instituto un costo anual superior a los 50,600 millones de pesos. Y esa cifra no considera los costos sociales no tangibles para cada familia con un integrante con complicaciones por DM como ceguera, daño renal, infarto, amputaciones, dolor neuropático, etcétera.
Uno de los aciertos de Zoé fue que en adquisiciones sí les amplió a los médicos el arsenal terapéutico con opciones de última generación para lograr el control de pacientes con DM, sobretodo en los años 2020-2021. Falta saber qué tanto mejoró ese control y si redujeron las complicaciones, pero si fue así, sería valioso seguir invirtiendo en tratamientos más efectivos que logran mayor control de DM e impactan incluso en sobrepeso y obesidad.
Igual de importante sería que se homologara el arsenal de tratamientos para el resto de las instituciones del sistema. Para eso la siguiente administración tendría que aprender a comprar mejor, pues ya evidenció Inefam que aunque la 4T gastó más en medicamentos (con las supuestas compras consolidadas), terminó comprando menos unidades. Aquí debería ayudar el hecho de que el nuevo organismo para los no derechohabientes -IMSS Bienestar- está bajo el paraguas de IMSS y su titular es también titular de la junta de gobierno del OPD.
En la administración saliente la Secretaría de Salud no empujó un programa como tal para combatir la DM. El nuevo sexenio abre oportunidades para retomar esfuerzos en el combate de esa amarga epidemia pues ya lleva muchos años haciendo daño.
Conforme la última estimación del año pasado basada en la Ensanut 2022, son unos 14.6 millones de mexicanos entre 20 y 70 años los que viven con la nada dulce enfermedad diabetes mellitus.
Más allá, 5 de cada 10 mexicanos (22%) viven con prediabetes, es decir con resistencia a la insulina, una condición que no implica tener el diagnóstico pero sí eleva la probabilidad de desarrollar la enfermedad. La prevalencia de prediabetes en hombres en el país es del 18.9%, lo que equivale a más de 14 millones de varones, son demasiados.
Aquí la clave está en la prevención. Ojalá sí se concrete con resultados el plan del equipo de la presidenta electa Claudia Sheinbaum de centrar la estrategia en prevención. Y ojalá el Dr David Kershenovich sí sea el próximo secretario de Salud con un equipo capaz y experto para lograr una óptima planeación y poner en práctica las ideas del plan escuchando todas las partes integrantes conocedoras del sistema.
En torno a diabetes hay un dato revelador del que poco se habla -que nos hizo ver el Dr. Juan Carlos Ramírez, director médico de DM en Lilly- y que se refiere a que la diabetes ataca de manera diferente a hombres y a mujeres.
Datos del INEGI revelan que en hombres es 10% más alta la mortalidad anual por DM que en mujeres. Eso, aun cuando la prevalencia es más alta en ellas; 13.6% frente a 11.3% en ellos.
Así es, los hombres mueren más por diabetes que las mujeres, un dato doloroso cuyas razones no se conocen bien a bien, pero que muy probablemente son reflejo de la falta de autocuidado y vigilancia conque viven los varones. Es algo muy cultural e inclusive pudiera ser un rasgo del machismo ancestral pues para muchos hombres es inconcebible verse vulnerables y aceptar que necesitan cuidarse. Ahora que recién pasó el día del padre, vale hacer un llamado para que sea visible esta realidad y se tomen acciones para bajar el número de familias que terminan quedándose sin padre a consecuencia de la DM.
Siguen los cambios en el IMSS
Es interesante que en pleno fin de sexenio en el IMSS siguen los cambios y nuevos nombramientos. Son señales de que en el equipo que dirige el IMSS su horizonte no es de corto plazo, es decir que ven más allá de septiembre que acaba este sexenio. Este lunes Juan Carlos Cardona Aldave inició en su nuevo cargo como titular de la Unidad de Administración y Finanzas, en tanto que Javier López quedó en su lugar en la Secretaría Técnica. Son una segunda ola de cambios; la primera se dio en mayo cuando la Dra Célida Duque dejó la dirección de Prestaciones Médicas del IMSS para irse a IMSS Bienestar
donde lidera la Unidad de Atención a la Salud. Y en su lugar en Prestaciones Médicas del IMSS quedó el Dr Hermilo Domínguez Zárate, quien ahora es el que se hace cargo del llamado COIS (Comando Interinstitucional de las Instituciones Públicas del Sistema Nacional de Salud). Que por cierto este COIS, si es que lo van a continuar, ya deberían hacerlo legal y formalizarlo, porque hasta ahora no es una instancia oficial basado en alguna norma o regulación y dada su relevancia deberían darle la importancia e institucionalidad.
se suman a los anteriores nombramientos como el de la Dra Célida Duque Molina que quedó como titular de la Unidad de Atención a la Salud.
Los indicios de cáncer de riñón
Este jueves se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Riñón, del que se diagnostican más de 6,000 personas al año en México. La hipertensión arterial alta, insuficiencia renal y el tabaquismo son factores de riesgo para desarrollar cáncer de riñón. Suele no presentar signos y síntomas en sus primeras etapas. En etapas avanzadas, el sangrado en la orina puede indicar la presencia del cáncer renal. Otros signos y síntomas podrían ser: Dolor en un lado de la espalda baja, un bulto en el costado o espalda baja, anemia, fiebre que no desaparece y pérdida del apetito. El grupo de edad con mayor incidencia es en personas entre 50 y 70 años de edad. En 2022 causó el fallecimiento de más de 3,000 personas, siendo el décimo cáncer con más decesos registrados en ese año. Mundialmente, más de 400 mil personas fueron diagnosticadas ese año con cáncer renal y más de 155 mil personas perdieron la vida a causa de dicho cáncer.