El primer vuelo espacial tripulado de la nave reutilizable Starliner no se completó del modo en que estaba previsto.
El vuelo de la Starliner comenzó el 5 de junio de 2024. La misión no debía durar más de unos 10 días. Pero, aunque la nave consiguió acoplarse a la Estación Espacial Internacional (ISS), se detectaron diversos problemas técnicos, algunos de ellos potencialmente peligrosos.
Debido a ello, el viaje de regreso a la Tierra de la nave y de sus dos tripulantes, Butch Wilmore y Suni Williams de la NASA, se retrasó, a la espera de que los ingenieros de la NASA, así como los de la empresa Boeing, que diseñó la nave, llegasen a conclusiones definitivas tras analizar a fondo todos los datos.
Aunque Boeing expresó en repetidas ocasiones su plena confianza en la seguridad de la Starliner, la NASA se mostró más reticente y finalmente decidió que la Starliner regresara a la Tierra sin tripulación. El trayecto se efectuó habiendo pasado la Starliner tres meses en el espacio en vez de los diez días previstos inicialmente.
La reentrada y el aterrizaje se completaron de manera segura y controlada. La Starliner alcanzó la superficie terrestre en el puerto espacial de White Sands, Nuevo México, Estados Unidos, el 7 de septiembre de 2024 (o 6, dependiendo de la zona horaria).
La Starliner está diseñada para operar de forma autónoma si es necesario, y de hecho previamente ya realizó dos vuelos espaciales sin tripulación.