Las nubes de tormenta son algo más que lluvia y relámpagos. Junto con las emisiones de luz visible, las nubes de tormenta pueden producir intensas ráfagas de rayos gamma, la forma más energética y potencialmente peligrosa de radiación electromagnética, aunque afortunadamente solo duran millonésimas de segundo. Sin embargo, las nubes pueden emitir rayos gamma de forma constante, aunque más débil, durante segundos o minutos.
Unos investigadores han descubierto ahora un nuevo tipo de emisión de rayos gamma que dura menos que los brillos constantes y más que las ráfagas de microsegundos. Lo llaman destello parpadeante de rayos gamma.
El hallazgo podría dar lugar a estimaciones más precisas de los riesgos que los relámpagos conllevan para las personas, los aviones y las naves espaciales.
El trabajo ha dado lugar a dos estudios, ambos publicados al mismo tiempo en la revista académica Nature.
Los investigadores hicieron su descubrimiento durante un vuelo a bordo de un avión científico de la NASA que fue equipado con detectores especiales.
Los investigadores esperaban que esos detectores observaran algunos de esos destellos de microsegundos de duración, conocidos como destellos terrestres de rayos gamma (TGFs). Estos destellos, descubiertos en 1992 por la nave espacial Compton Gamma Ray Observatory de la NASA, acompañan a algunos relámpagos. A pesar de su gran intensidad y de su asociación con los rayos de luz visible, se han detectado pocos TGFs en estudios aéreos anteriores.
Durante el mencionado vuelo de un avión de la NASA, los investigadores tuvieron éxito y captaron 130.
Sin embargo, los destellos parpadeantes de rayos gamma fueron toda una sorpresa.