El afeitado perfecto: cómo y qué productos utilizar para que la piel no sufra con el rasurado

abes qué tienen en común todos los hombres que afeitan su barba con asiduidad? Tienen la necesidad de cuidar su piel porque conocen las afecciones y los problemas que puede acarrear el afeitado en el rostro. Para muchos, los cosméticos relacionados con el afeitado son los únicos productos de belleza que tienen en el neceser y para otros es la puerta de entrada a la cosmética.

Un buen afeitado es aquel que recorta el vello facial lo más cerca posible del rostro. Conseguirlo puede traer consigo algunos problemas como cortes, raspaduras o quemaduras en la piel. Todo ello, además de dañar la imagen, puede llevar a irritar demasiado la piel lo que resulta muy incomodo, sobre todo teniendo en cuenta que el afeitado es una acción que se lleva a cabo repetidamente a lo largo de la semana.

Para evitar estas afecciones es importante cuidar la piel profundamente para reparar los daños que derivan del afeitado. Para que sepas cómo hacerlo, desde THE OBJECTIVE vamos a enseñarte todo lo que tienes que tener en cuenta antes, durante y después de pasar la maquinilla por tu rostro

Qué ocurre cuando nos afeitamos
Terminar con el vello facial parece una acción inofensiva. Lo llevamos a cabo de forma muy asidua y, como con la ducha o el cepillado de dientes, parece que es un cuidado de belleza que no puede traer consecuencias negativas. Sin embargo, no es así porque un mal afeitado puede ser dañino para la piel del rostro.

Si deslizamos la cuchilla o la maquinilla con una presión excesiva podemos generar una fricción que altera la barrera de la piel y puede causar irritación. Esto se produce sobre todo si la cuchilla no está afilada, si se ejerce mucha presión o si se pasa repetidamente por la misma zona

Todos sabemos lo que es cortarse mientras nos afeitamos, pero también existen los llamados microcortes que no siempre son visibles. Las cuchillas pueden provocar pequeñísimos cortes en la piel que son los responsables de la sensación de ardor tan característica después del afeitado.

Por último, debemos hablar de los vellos encarnados. Afeitarse en contra del sentido de crecimiento del vello nos lleva a un resultado más apurado, pero también aumenta el riesgo de irritación y de que los vellos se encarnen al quedar atrapados bajo la piel. 

El afeitado perfecto
Si quieres saber cómo llevar a cabo el afeitado ideal, debes de saber que no es un proceso único sino que consta de cuatro pasos que debemos de seguir con esmero.

Paso 1. Limpiador: antes de afeitarte es fundamentar limpiar bien la piel con un limpiador suave y con agua tibia. Esta sencilla acción produce que el vello se ablande y que sea más fácil y rápido eliminarlo por lo que la piel sufrirá menos.

Paso 2. Afeitado: hay que rasurar el rostro con movimientos suaves, en el sentido de crecimiento del pelo y sin ejercer demasiada presión. Al finalizar, volveremos a utilizar agua tibia para aclarar.

Paso 3. Tónico calmante: este paso no se lleva a cabo en todos los casos pero resulta perfecto para completar la limpieza y aportar a la piel los ingredientes esenciales que necesita tras el afeitado. Lo más recomendable es utilizar una alternativa sin alcohol y que contenga activos calmantes. 

Paso 4. Exfoliante BHA sin aclarado: este tipo de producto se aplica con la ayuda de tus dedos o un disco de algodón. No hace falta frotar, aclarar, ni esperar a que se seque si vas a aplicar a continuación otros productos como sérums o cremas. Si es la primera vez que utilizas un BHA, comienza a usarlo de forma progresiva, observa cómo responde tu piel y, en función de ello, valora ampliar la frecuencia de aplicación. 

David Fernández Polo, de la firma Paula’s Choice España, señala que este tipo de exfoliación química tras el afeitado puede marcar un antes y un después. «No solo calma, sino que también suaviza y acondiciona la piel y mantienen los poros limpios para que el pelo vuelva a crecer sin problemas», asegura

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