¿Venus fue habitable? Una misión lo investigará

La misión espacial DAVINCI de la NASA, cuyo inicio está previsto para principios de la década de 2030, tiene por objetivo investigar si alguna vez Venus tuvo continentes y océanos de agua como la Tierra, así como tal vez el resto de condiciones necesarias para la existencia de vida.

Venus, un planeta rocoso como la Tierra y de tamaño y masa solo un poco menores que los de esta, se halla solo un poco más cerca del Sol que la Tierra (a un 70% de la distancia que nos separa del Sol). Si tomamos como referencia el estado actual de la Tierra, entonces Venus, por su cercanía al Sol, solo sería un poco más cálido que nuestro mundo y muy probablemente buena parte de él resultaría habitable.

Pero, por desgracia, un efecto invernadero colosal e imparable se apoderó de este gemelo de la Tierra, vaporizó sus mares y cualquier otro cuerpo de agua, elevó la temperatura más allá de lo que la vida es capaz de resistir y lo convirtió en el infierno que es hoy en día.

Ahora, las temperaturas en su superficie son tan elevadas que, por ejemplo, en ella el plomo no puede existir en estado sólido. El paisaje calcinado está oscurecido por nubes de ácido sulfúrico. La espesa atmósfera compuesta mayormente por dióxido de carbono tiene más de 90 veces la presión de la atmósfera de la Tierra, lo que hace que cerca de la superficie su "aire" se comporte más como un fluido parecido al agua que como un gas.

Muchos expertos creen que antes de que se instaurase ese monstruoso efecto invernadero, Venus pudo ser muy parecido a la Tierra y potencialmente apto para la vida, quizás durante más de mil millones de años.

DAVINCI, compuesto por una nave de sobrevuelo y una sonda de descenso, se centrará en una región montañosa denominada Alpha Regio, un posible antiguo continente.

Alfa Regio es uno de los puntos más llamativos de Venus. Su terreno es similar en apariencia a zonas montañosas de la Tierra. DAVINCI será la primera misión que explore en detalle dicho terreno y cartografíe su topografía.

Aunque unas pocas naves atravesaron la atmósfera de Venus entre 1970 y 1985, la sonda DAVINCI será, si todo va bien, la primera en captar extensamente imágenes de este intrigante terreno tomadas desde debajo de las espesas y opacas nubes de Venus.

El reto no es fácil. Y no solo porque hace décadas que ninguna nave atraviesa la atmósfera de Venus y porque esa atmósfera tiende a aplastar o a derretir a sus  visitantes espaciales. Uno de los desafíos es que se sabe poco sobre el terreno en el que se posará la nave. Otro es el modo de conseguir imágenes nítidas en una atmósfera tan espesa.

Para mitigar el problema de la escasez de datos sobre el terreno, los científicos que dirigen la misión DAVINCI empezaron por utilizar técnicas modernas de análisis de datos para analizar datos de misiones a Venus de hace décadas. Su objetivo es lograr una llegada a nuestro planeta vecino conociendo el terreno con el mayor nivel de detalle posible. De este modo, los científicos podrán aprovechar al máximo el tiempo de descenso de la sonda para recopilar nueva información que ayude a dar respuesta a antiguas preguntas sobre la trayectoria evolutiva de Venus y por qué divergió drásticamente de la de la Tierra.

Entre 1990 y 1994, la sonda espacial Magellan (Magallanes) de la NASA, que estuvo en órbita a Venus, obtuvo imágenes de radar y altimetría de la superficie, y de ese modo se consiguió cartografiar la topografía de Alfa Regio. Recientemente, el equipo de la misión DAVINCI buscó más detalles en estos mapas, por lo que los científicos aplicaron nuevas técnicas para analizar los datos del radar altímetro de la Magallanes. A continuación, complementaron estos datos con imágenes de radar tomadas en tres ocasiones desde el antiguo Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, y utilizaron modelos informáticos de visión artificial para escudriñar los datos y rellenar las lagunas de información a nuevas escalas (menos de 1 kilómetro).

Como resultado, los científicos multiplicaron por diez la resolución de los mapas de Alfa Regio.