Primer descubrimiento de un sistema triple con agujero negro

Ciencia y Tecnología24 de octubre de 2024Yerandi SantanaYerandi Santana
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Bastantes agujeros negros detectados hasta la fecha forman parte de una pareja. Estos sistemas binarios están integrados por un agujero negro y un objeto secundario, como una estrella, una estrella de neutrones u otro agujero negro. Normalmente, la cercanía de un agujero negro acaba conduciendo a la absorción del objeto por el agujero o a una fusión entre ambos. Ahora, un descubrimiento sorprendente amplía la lista de clases de sistemas estelares que pueden albergar un agujero negro con cierta estabilidad, al menos de manera temporal. Se ha descubierto, por vez primera, un sistema estelar triple con agujero negro. El sistema lo integran dos estrellas y el agujero.

La investigación que ha culminado con este hallazgo la ha realizado un equipo encabezado por Kevin Burdge, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos.

El sistema estudiado, llamado V404 Cygni, se halla a unos 8.000 años-luz. Alberga un agujero negro central que poco a poco está succionando materia de una pequeña estrella que gira en torno al agujero desde una distancia muy corta, que sigue menguando. Ahora, la estrella tarda tan solo 6 días y medio en dar una vuelta completa alrededor del agujero. Esta situación es habitual en la mayoría de los sistemas binarios con agujero negro. Pero, sorprendentemente, una segunda estrella gira también alrededor del agujero negro, aunque a una distancia mucho mayor. Se calcula que esta compañera lejana tarda unos 70.000 años en completar una órbita alrededor del agujero.

El hecho de que el agujero negro tenga control gravitatorio sobre un objeto tan lejano plantea muchos interrogantes sobre los orígenes del propio agujero negro. Se cree que los agujeros negros de masa estelar se forman a partir de la violenta explosión de una estrella moribunda, un proceso conocido como supernova, por el que una estrella libera una enorme cantidad de energía y luz en un estallido final antes de derrumbarse sobre sí misma y crearse de este modo un agujero negro.

 El descubrimiento de la estrella lejana, sin embargo, sugiere que si el agujero negro recién observado fuera el resultado de una supernova típica, la energía que habría liberado en la explosión habría expulsado cualquier objeto de su periferia que no estuviera férreamente atado a ella por la atracción gravitatoria derivada de hallarse lo bastante cerca. Por tanto, la estrella más exterior no debería estar ahí.

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