La NASA ha presentado dos posibles estrategias para devolver a la Tierra muestras cruciales de Marte en la década de 2030.
Las propuestas presentan alternativas al programa original de retorno de muestras de Marte. Diseñado por la NASA y la Agencia Espacial Europea, el plan inicial se consideró inmanejable después de que una junta de revisión independiente proyectara que podría costar hasta US$ 11.000 millones. La evaluación de la junta también retrasó la fecha prevista de retorno de las muestras de 2031 a 2040, un retraso “sencillamente inaceptable”, reiteró el martes el administrador de la NASA, Bill Nelson.
La agencia decidirá entre las nuevas estrategias propuestas, destinadas a reducir la complejidad, el costo y la duración de la misión, en la segunda mitad de 2026, anunció Nelson durante una conferencia de prensa este martes.
El rover de la NASA Perseverance ha estado recogiendo rocas y polvo desde que aterrizó en Marte en febrero de 2021. Los científicos creen que esas muestras, recogidas en el cráter Jezero, antiguo emplazamiento de un lago y delta fluvial, podrían ser una de las únicas formas de determinar si alguna vez existió vida en el planeta rojo.
Pero devolver los especímenes a la Tierra, una hazaña que podría responder a una de las mayores preguntas de la humanidad sobre la posibilidad de vida más allá de la Tierra, es un proceso complejo. Tanto la arquitectura original como la nueva del programa incluyen múltiples naves espaciales que se utilizarían para aterrizar en Marte y transportar el alijo de vuelta a nuestro planeta.
En abril, la NASA pidió a sus diversos centros y socios industriales que elaboraran nuevos planes para traer las muestras de vuelta a la Tierra de una forma más ágil y rentable. El equipo de Revisión Estratégica del Retorno de Muestras a Marte de la agencia evaluó 11 de los estudios y formuló recomendaciones a la NASA, que luego fueron perfeccionadas por la dirección.
“Estamos explorando dos nuevas opciones de aterrizaje”, dijo el Dr. Nicky Fox, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA. “Una es aprovechar la tecnología que se utilizó anteriormente para aterrizar en Marte con los rovers Perseverance y Curiosity. La otra es aprovechar las opciones de la industria”.
La primera opción se basará en el método de la grúa celeste, utilizado para el descenso de entrada y el aterrizaje de los dos rovers que aún exploran Marte. La segunda utilizará nuevas capacidades comerciales y socios para llevar a Marte un módulo de aterrizaje de “vehículo de carga pesada”, como los diseños de empresas como SpaceX y Blue Origin, explicó Nelson.
Marte ha supuesto durante mucho tiempo un reto para los módulos de aterrizaje, ya que su fina atmósfera es lo suficientemente densa como para quemar una nave espacial que no se encuentre dentro de una estructura exterior dotada de un escudo térmico protector. Pero la atmósfera del planeta rojo también es demasiado fina para confiar únicamente en los paracaídas para frenar y crear un aterrizaje seguro.
Para el despliegue del rover Curiosity, del tamaño de un automóvil, los ingenieros crearon un sistema denominado grúa celeste para asegurar el rover durante la entrada, el descenso y el aterrizaje. Durante el descenso inicial, un escudo térmico, un paracaídas y unos retrocohetes frenaron la nave.
A continuación, la grúa celeste bajó el rover a la superficie del planeta rojo mediante un fuerte cable. Después, la grúa se desconectó y aterrizó de emergencia lejos del lugar. En 2021, se utilizó el mismo diseño para aterrizar el Perseverance, y el equipo pudo grabar video del atrevido descenso.
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