China, AFP.- Miles de rescatistas buscaban el miércoles a supervivientes y trataban de proteger de las gélidas temperaturas a los afectados por el devastador terremoto en la región china del Tíbet que se cobró al menos 126 vidas y destruyó miles de viviendas.
Videos publicados por la televisión estatal CCTV mostraron a los rescatistas sacando víctimas heridas de los escombros de edificios colapsados para ponerlas a salvo.
También enseñaron a un hombre con una chaqueta cubierta de polvo cargando a un niño en la espalda mientras los socorristas los abrigaban.
Por ahora se confirmaron 126 muertos y 188 heridos en el terremoto de la mañana del martes en el condado rural y montañoso de Tingri, unos 80 km al norte del monte Everest, cerca de la frontera de China con Nepal.
En una rueda de prensa el miércoles por la tarde, las autoridades locales explicaron que no se habían registrado más muertos o heridos desde la última actualización del martes.
Más de 3.600 casas colapsaron y se han habilitado 187 instalaciones para acoger a 46.500 personas, dijo Hong Li, director del Departamento de Gestión de Emergencias del Tíbet.
La zona afectada es una «meseta fría, de gran altitud con débil infraestructura como transportes, comunicación y electricidad», afirmó.
«El clima es frío, con grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche, y bajas temperaturas nocturnas, haciendo difícil mantener el calor y proteger contra el frío», insistió este funcionario.
Hong también explicó que la prioridad está basculando de las tareas de búsqueda y rescate a las de reasentamiento de los afectados y reconstrucción.
Las temperaturas en Tingri caerán hasta -16 ºC en la mañana del jueves, según la Agencia Meteorológica de China. El condado tiene una altura promedio de 4.500 metros sobre el nivel del mar.
Según las autoridades, más de 12.000 personas incluyendo bomberos, soldados, policías y rescatistas fueron desplegados en el lugar, informó Xinhua.
Este medio agregó que se enviaron carpas, frazadas y equipos para el frío.
Cuando el turista Meng Lingkang llegó al poblado de Lhatse, a 65 km del epicentro, observó que los edificios se habían resquebrajado.
«Algunas casas antiguas colapsaron y gran parte de los edificios de ladrillo se resquebrajaron, con grandes fisuras», indicó a AFP el joven de 23 años.