

De los 19 a 50 años las personas necesitamos consumir mil miligramos diarios de calcio para vivir. El citrato de calcio es una de las soluciones para quienes no les es fácil absorber este mineral a través de los alimentos por genética o debido a alguna enfermedad, y necesitan cubrir su dosis de otra manera.
Gracias a su presentación encapsulada, es muy fácil de integrarlo en cualquier rutina de suplementación alimenticia, pero hay ciertas consideraciones que no se deben pasar por alto para evitar nuevas complicaciones de salud causadas por falta de información que lleven a un uso indebido de la sustancia.
Aquí te contaremos desde cómo está compuesto, cuál es su función en el cuerpo y de qué manera se recomienda tomarlo, así como las advertencias generales sobre sus posibles efectos secundarios.
¿Qué es el citrato de calcio?
De acuerdo con el Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering, se trata de un suplemento alimenticio con una concentración del 21% de este importante mineral extraído de los ingredientes que lo contienen naturalmente, como los productos lácteos, las hortalizas de hoja verde, el pescado con huesos blandos (atún, sardinas y salmón), productos de soya, cereales, jugos de frutas y sustitutos de la leche.
A comparación de los otros formatos (gluconato, lactato y carbonato), tiene la particularidad de que se absorbe bien con el estómago vacío o lleno, por lo que no es necesario tomarlo antes o después de cada comida para que cumpla su funciones. Sin embargo, se receta con ciertos periodos de tiempo entre cada dosis.
¿Para qué sirve el citrato de calcio?
Según Mayo Clinic, el objetivo del mineral en sí es formar y proteger las estructuras de los dientes y huesos para mantenerlos fuertes y resistentes a los movimientos de la vida cotidianta y extraordinaria. También hay estudios que comprueban parcialmente su eficacia como parte del tratamiento contra el cáncer, la diabetes y la presión arterial alta.
Sin embargo, solo es posible obtener sus beneficios con ayuda de la vitamina D, así que es necesario combinar su consumo con alimentos ricos en este nutriente (salmón o yemas de huevo), recibir los rayos solares directo en la piel, o bien, consumir concentrados mediante suplementos.
Las causas de que tus niveles de calcio no sean óptimos pueden incluir ser intolerante a la lactosa, llevar una dieta alta en proteína y sodio, estar bajo tratamiento prolongado con corticosteroides, o padecer la enfermedad intestinal inflamatoria o la enfermedad celíaca. Aunque hayas marcado alguna de estas casillas y sospeches tener problemas en los huesos y dientes, es necesario que consultes con tu médico en lugar de automedicarte.
¿Cómo tomar citrato de calcio?
De acuerdo con Medline Plus, la cantidad recomendada generalmente para personas adultas es de 500 mg diarios distribuidos en dos cápsulas. Hay que evitar exceder la porción o la duración del tratamiento, de lo contrario puedes aparecen síntomas como cálculos renales y problemas para absorber el hierro, zinc, magnesio y fósforo.
Al momento de comprar tus cápsulas, asegúrate de que el envase contengan la palabra ‘purificado’ y no esté hecho con concha de ostra sin refinar, harina de hueso o dolomita, ya que pueden contener niveles altos de plomo u otros metales tóxicos.
Como ves, si es necesario, integrar citrato de calcio a tu día a día no es nada del otro mundo, siempre y cuando des los pasos previos adecuados para determinar la magnitud de tu deficiencia, así como qué tipos de efectos secundarios puedes esperar. Hazlo siempre de la mano de un profesional y presta mucha atención a las señales que tu cuerpo te manda para determinar si lo está recibiendo bien o no.
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