
¿Qué consecuencias tendría la propuesta de Donald Trump de retomar las pruebas nucleares?
Internacionales30/10/2025 Celia Santana
Celia Santana
La sugerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que su país podría reanudar las pruebas de armas nucleares desencadena una serie de posibles efectos que van más allá del ámbito técnico y afectan directamente la estabilidad mundial, la política exterior estadounidense y los mecanismos de control armamentístico que llevan décadas vigentes.
En primer lugar, una reanudación de los ensayos podría reabrir una carrera armamentista global al incentivar que otras potencias nucleares —como Rusia, China o Corea del Norte— lanzaran sus propios programas de pruebas. Como advierte el grupo Bulletin of the Atomic Scientists, “una prueba de EE. UU. podría desencadenar una cadena de eventos incontrolada… desestabilizando la seguridad global y acelerando una nueva carrera armamentista”.
En segundo lugar, revivir los ensayos nucleares supondría un golpe diplomático para Washington, al socavar los tratados internacionales que limitan el desarrollo de armas atómicas y dañar la credibilidad de EE. UU. como promotor del desarme. Además, implica grandes costos técnicos y logísticos: los antiguos sitios de pruebas en Nevada requerirían entre dos y cuatro años de preparación para estar operativos nuevamente.
También está el factor del mensaje simbólico y psicológico: detonaciones nucleares muestran fuerza militar, pero al mismo tiempo generan temor y presión en la comunidad internacional con consecuencias imprevisibles en materia de seguridad, proliferación y alianzas geopolíticas.
Los comentarios de Trump, publicados en su red social Truth Social justo antes de reunirse con el presidente chino Xi Jinping, rompieron con décadas de política estadounidense. En su publicación afirmó: “He instruido al Departamento de Guerra para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones”. Sin embargo, el control real de las pruebas nucleares recae en el Departamento de Energía de los Estados Unidos y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA), no en el Departamento de Defensa.
EE. UU. lleva más de treinta años sin realizar detenciones nucleares; la última fue en 1992. Aun así, el país mantiene un arsenal de alrededor de 5 225 ojivas frente a las 5 580 de Rusia, representando ambos países casi el 90 % del total mundial.
El contexto internacional también se menciona en los informes recientes que destacan cómo Rusia ha probado misiles con capacidad nuclear, China acelera la construcción de silos terrestres, y Corea del Norte presenta nuevos misiles intercontinentales. La propuesta de Trump de retomar las pruebas nucleares no es simplemente una declaración retórica: tiene el potencial de alterar el actual orden de desarme, reactivar tensiones entre superpotencias y desafiar los marcos internacionales que han limitado la expansión nuclear desde el fin de la Guerra Fría. Si se concreta, sus consecuencias podrían ser profundas y de largo alcance para la paz y la estabilidad global.
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