Las historias de búsqueda personal de Naomi Kawase llegan a la Filmoteca de Cataluña en un ciclo dedicado a la cineasta

Cine 03 de mayo de 2024 Yerandi Santana Yerandi Santana
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La Filmoteca de Catalunya presenta un ciclo dedicado a la cineasta japonesa Naomi Kawase con obras llenas de referencias autobiográficas que comprenden una selección de algunos de sus largometrajes de ficción, así como de sus documentales. La retrospectiva, que se ha estrenado con la película que la directora considera su “obra maestra”, Aguas tranquilas (2014), proyectará nueve de sus trabajos hasta el 10 de mayo.

El ciclo viene motivado, en parte, para aprovechar la actual estancia de Kawase en Barcelona debido a su participación como actriz en la nueva película de Lluís Miñarro, Emergency Exit, quien fue coproductor del drama Aguas tranquilas. Kawase lo describe como a un “hombre raro” que conoció en el festival de San Sebastián, y valora que ambos se sienten “como hermanos que viven en lugares diferentes”.

La cineasta –que con 30 años se convirtió en la ganadora más joven de la Camera D’Or en el Festival de Cannes por su primer largometraje de ficción, Suzaku– relata que el filme en el que trabajaron juntos –Aguas tranquilas– es una de las películas que le ha cambiado la vida. La directora se crio con su madre adoptiva, que era muy mayor y padeció demencia en los últimos años de su vida. Cuando falleció hace 13 años, Kawase se preguntó: “¿Qué es lo que me une a este mundo ahora? En aquel momento, pensé en buscar mi origen”. Pese haber crecido en Nara, una parte de su familia era de la isla de Amami Ōshima. Ahí es donde se dirigió a rodar y descubrió que muchos de sus parientes habían permanecido en la isla.

En el resto de la serie de películas y documentales que se proyectarán en la Filmoteca durante los próximos días de mayo se pueden apreciar las referencias autobiográficas que incorpora la directora: la relación con su “abuela” –así es como llamaba Kawase a su madre adoptiva– y “con su familia biológica y adoptiva, la naturaleza, las relaciones humanas e inquietudes filosóficas”, tal como explicó el director de la Filmoteca de Catalunya, Esteve Riambau, en la presentación del ciclo. Así, sus largometrajes de ficción en Sharasojyu (Shara) y An (Una pastelería en Tokio) convergen con la intimidad de sus documentales en Katatsumori (Caracol), Ten, Mitake (See Heaven), Hi Wa Katabuki (El sol se pone), Ni tsutsumarete (Embracing), Kya ka ra ba a (Sky wind fire earth), Tarachime (Nacimiento y maternidad) y Genpin –documental por el que la cineasta fue nominada a la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián–.

Kawase, una de las pocas mujeres cineastas de origen japonés con reconocimiento internacional, reivindica el cine de autor mediante sus obras, pero también verbalmente: la directora desearía que el cine independiente en Japón, que actualmente ocupa un puesto muy secundario, tuviera más peso en la industria audiovisual del país: “es importante promover el cine independiente en Japón, porque lo que funciona es el cine comercial –el manga o adaptaciones literarias– que está pensado para el público doméstico” y no tiene proyección hacia el exterior del país. La participación de Kawase en los festivales internacionales de Cannes, Buenos Aires o Yamagata denota su presencia internacional, un cine que crea para todos y con el objetivo de que “podamos disfrutar más de la vida”.

AP

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