Día Mundial de las Tortugas Marinas: 9 datos curiosos sobre las guardianas de los océanos

Medio Ambiente 16 de junio de 2024Celia SantanaCelia Santana
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 Hoy se celebra el Día Mundial de las Tortugas Marinas, una fecha dedicada a crear conciencia sobre la importancia de estas especies y los desafíos que enfrentan para su supervivencia.

Las tortugas marinas han existido por más de 100 millones de años y son vitales para el equilibrio los ecosistemas marinos. A pesar de su longevidad y resiliencia, hoy enfrentan numerosas amenazas debido a la actividad humana y el cambio climático.
Estas criaturas fascinantes desempeñan un rol ecológico fundamental, como mantener la salud de los pastos marinos y los arrecifes de coral. Sin embargo, su supervivencia está en peligro por la pesca incidental, la contaminación por plásticos y la destrucción de sus hábitats.

Aquí, una lista de 9 datos esenciales sobre las tortugas marinas, respaldados por estudios científicos:

1. Esperanza de vida de hasta 90 años

 Las tortugas contribuyen a la biodiversidad marina al controlar el crecimiento de algas y esponjas (AP photo/Bill Sikes, archive)
Las tortugas marinas, especialmente las tortugas laúd, pueden vivir hasta 90 años. Un estudio publicado en PLOS ONE utilizó la densidad de promotores CpG (citocina fosfato guanina) en el genoma para predecir la esperanza de vida de cinco especies de tortugas marinas. Este método reveló que las tortugas laúd tienen una esperanza de vida de 90,4 años, mientras que las tortugas lora viven aproximadamente 54,3 años.

El estudio analizó la metilación del ADN, una modificación epigenética que regula la activación de genes, para estimar la longevidad de estas especies. El enfoque molecular es una herramienta valiosa para predecir la vida útil de las tortugas marinas, algo crucial para el desarrollo de estrategias de conservación efectivas.

Comprender la longevidad de las tortugas marinas es esencial, ya que muchas especies tardan décadas en alcanzar la madurez sexual. Con esta información, los conservacionistas pueden implementar medidas que protejan a las tortugas durante todas las etapas de su vida, asegurando su supervivencia a largo plazo.

2. La temperatura de la arena

 Tortugas marinas verdes (Chelonia mydas) se abren camino hacia el océano tras su liberación en la playa de Kuta, Bali, Indonesia (Foto AP/Firdia Lisnawati, Archivo)
La temperatura de la arena donde se incuban los huevos de tortuga determina el sexo de los neonatos. Un estudio publicado en Marine Ecology Progress Series ha demostrado que temperaturas más bajas producen machos y temperaturas más altas producen hembras. Este fenómeno, conocido como determinación del sexo dependiente de la temperatura (TSD), es vital para el equilibrio de las poblaciones de tortugas marinas.

El cambio climático está afectando este delicado equilibrio. Las temperaturas globales en aumento pueden resultar en un mayor número de hembras, lo que podría poner en riesgo la viabilidad futura de las poblaciones de tortugas marinas. Este desequilibrio de sexos puede dificultar la reproducción y, en consecuencia, la supervivencia de estas especies a largo plazo.

Para mitigar estos efectos, los conservacionistas llevan adelante estrategias como la creación de sombras artificiales sobre los nidos y la manipulación de los nidos para asegurar una proporción equilibrada de sexos. Estas medidas son cruciales para adaptarse a los cambios climáticos y proteger a las tortugas marinas.

3. Migraciones de miles de kilómetros

 Las playas de anidación son esenciales para la supervivencia de las tortugas marinas, y su protección es crucial para asegurar que puedan continuar reproduciéndose en un entorno seguro. (Asocars)
Las tortugas marinas migran miles de kilómetros entre sus áreas de alimentación y anidación. Las tortugas laúd, por ejemplo, pueden migrar hasta 16.000 kilómetros cada año. Este comportamiento migratorio ha sido documentado mediante el uso de dispositivos de seguimiento satelital.

Al rastrear los movimientos de las tortugas marinas en tiempo real, se obtiene información valiosa sobre sus patrones de migración. Estas migraciones son esenciales para su ciclo de vida, ya que las tortugas necesitan diferentes hábitats para alimentarse, reproducirse y descansar. Los datos obtenidos han mostrado que las tortugas laúd viajan desde las playas de anidación en el Caribe hasta las zonas de alimentación en el Atlántico Norte.

Estos datos permiten a los conservacionistas identificar y proteger las áreas críticas utilizadas durante sus viajes, implementando áreas marinas protegidas y regulando las actividades humanas como la pesca y el tráfico marítimo en estas zonas.

4. Rol clave en los ecosistemas marinos

 Las tortugas marinas juegan un papel fundamental en los ecosistemas marinos. Contribuyen a la salud de los pastos marinos y los arrecifes de coral al controlar el crecimiento excesivo de estas plantas y esponjas. Un estudio publicado en Frontiers in Marine Science resalta cómo las tortugas verdes mantienen los pastos marinos saludables, lo que a su vez apoya a especies comercialmente valiosas como los camarones y las langostas.

Así, las tortugas marinas ayudan a preservar la biodiversidad marina. Los pastos marinos, en particular, son esenciales para la absorción de carbono y la producción de oxígeno, además de proporcionar hábitats y alimento para numerosas especies. Las tortugas verdes, al alimentarse de estos pastos, evitan su sobrecrecimiento y promueven un ecosistema equilibrado.

La preservación de los arrecifes de coral también es muy importante, ya que estos ecosistemas son algunos de los más diversos y productivos del mundo. Las tortugas marinas ayudan a controlar las poblaciones de esponjas, que compiten con los corales por el espacio.

5. Vulnerabilidad debido a la incapacidad de retraerse

 El biólogo marino Alejandro Usategui alimenta a una tortuga Caretta Caretta en su estanque del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Taliarte, en la isla de Gran Canaria, España. 24 de marzo de 2023. REUTERS/Borja Suárez
A diferencia de otras tortugas, las marinas no pueden retraer sus extremidades y cabeza dentro de su caparazón, lo que las hace más vulnerables a los depredadores y a las amenazas humanas, como la pesca incidental y la contaminación por plásticos.

Este hecho ha sido documentado en estudios sobre la biología y conservación de tortugas marinas, que enfatizan la necesidad de medidas de protección específicas para estas especies vulnerables.

Esta incapacidad de retraerse también las hace susceptibles a las lesiones causadas por barcos y redes de pesca. Las colisiones con embarcaciones son una de las principales causas de muerte para las tortugas marinas, especialmente en áreas de alta actividad humana. Además, la pesca incidental, donde las tortugas quedan atrapadas accidentalmente en redes destinadas a otros peces, representa una amenaza significativa para su supervivencia.

La contaminación por plásticos es otra amenaza crítica. A menudo, confunden los desechos plásticos con medusas u otros alimentos, lo que puede causar obstrucciones intestinales y la muerte. Estudios han demostrado que la ingestión de plásticos es un problema creciente que afecta a todas las especies de tortugas marinas.

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