El Banco de Japón (BoJ) decidió mantener los tipos de interés de referencia a corto plazo en el 0,25 %, así como otras medidas de su política monetaria, al término de su reunión celebrada entre el jueves y este viernes.
La junta de política monetaria del banco central nipón decidió por unanimidad dejar intacta su estrategia tras tener en cuenta que la economía nacional “continúa recuperándose, aunque con ciertas debilidades”, y la evolución de la inflación en línea con sus objetivos, según señala el comunicado adoptado al término de su reunión.
Una decisión sobre los tipos de interés esperada
La decisión va en línea con lo esperado por la mayoría de analistas, que no preveía nuevos incrementos de tipos a corto plazo en la cuarta economía mundial tras las subidas que la entidad aplicó el pasado marzo (hasta el 0,1 %) y en julio (hasta el 0,25 %).
El incremento de marzo supuso un giro en la política de tipos ultrabajos por la que apostaba la entidad para poner fin al largo ciclo deflacionario en Japón y marcó el primer incremento de este tipo en 17 años.
El BoJ, no obstante, ha apuntado a posibles subidas adicionales de tipos de referencia hasta alcanzar alrededor del 1 % entre este año y el siguiente, siempre que la situación económica y la evolución de los precios lo permitan.
El índice de precios de consumo (CPI) excluyendo alimentos frescos se ha mantenido recientemente en Japón entre el 2,5 % y el 3 % interanual, lo que refleja el encarecimiento de productos y servicios y también los incrementos salariales que se han aplicado en diversos sectores, destaca el documento adoptado hoy.
El BoJ prevé que el crecimiento económico nipón continúe acelerándose, y que el círculo virtuoso de subidas salariales y de precios “se intensifique” durante el próximo año, añade el texto.
Aunque todo ello apunta a un contexto favorable para que el BoJ de nuevos pasos en el endurecimiento de su política monetaria, la entidad también advierte sobre “grandes incertidumbres” a tener en cuenta, entre ellas la actividad económica y evolución de los precios en el exterior o “los desarrollos en los mercados financieros y de divisas” y su impacto en la economía nipona.
Una gran volatilidad
Las subidas de tipos aplicadas este año en Japón han causado una volatilidad significativa en los mercados financieros y de divisas, y más en concreto, grandes fluctuaciones en el valor del yen frente al dólar, el euro y otras monedas.
Esta tendencia se atribuye a la diferencia entre la estrategia monetaria del BoJ, que aunque ha dado un giro hacia la normalización, aún aplica un enfoque muy diferente al de otras entidades de referencia como la Reserva Federal estadounidense (Fed) o el Banco Central Europeo (BCE), las cuales aún fijan tipos de interés notablemente más altos.
La Fed anunció el pasado miércoles el recorte de medio punto porcentual de las tasas de interés en Estados Unidos, lo que supone la primera bajada de tipos en cuatro años y llega tras un ciclo de 11 subidas que empezó en marzo de 2022, cuando la inflación estaba desbocada en la primera economía mundial por la pandemia y la guerra de Ucrania.
El cambio de rumbo de la Fed, ampliamente esperado por los analistas, ha causado una nueva devaluación del yen frente al dólar, lo que unido a las ganancias en Wall Street ha tenido un impacto positivo en la Bolsa de Tokio.
Su principal indicador, el Nikkei, cerró con más de un 2 % de ganancias en la víspera, y este viernes llegó a la pausa de media sesión con una subida del 2,1 %, y antes de conocerse la decisión del BoJ de mantener los tipos.
EFE