Es imposible no pensar en 'La huella'. La referencia es clara, obvia, evidente. Pero no es la única en 'Puntos suspensivos', un thriller de suspense metaliterario sustentado en la autorreflexión juguetona sobre el propio género de suspense. La película establece un ágil y muy entretenido diálogo con el género, consigo misma y con el espectador, en lo que más que una película es un ejercicio de estilo deconstructivo.
En estos casos me gusta pensar en la complicidad como la base del éxito. 'Puntos suspensivos' es una película que hace (o intenta hacer) cómplice al espectador de la misma manera que lo puede hacer (o intenta hacer) una novela de misterio. Es de hecho una novela de misterio leída, tanto en sentido literal como figurado. Tramposa obviamente, pero, como corresponde, de una manera eficaz. Y lo dicho, juguetona.
Y como también corresponde, repleta de giros apoyados en una indispensable estructura no lineal en la que nada es lo que parece... y a la vez, todo puede ser lo que sospechas. O puedes llegar a sospechar. Es lo malo de este tipo de obras en las que "nada es lo que parece", que uno ya, en su cabeza, por mera inercia, se intenta anticipar a poco que le dejen margen para pensar. Y ahí es donde no termina de ser un superventas.
Porque 'Puntos suspensivos' es eficaz y juguetona, y especialmente durante su primera mitad, estimulante y muy disfrutable. Pero el tercio final, aunque igualmente eficaz y disfrutable, no ofrece ese plus de ingenio necesario para que una obra de este estilo parezca que vaya a más. Puede no ser más que una impresión... pero es la primera y la que cuenta: la de un comienzo sorprendente pero un final que no lo es tanto.
Pero que sobre todo no mejora o supera a su comienzo.
Es por otro lado el único "pero" de un filme muy sólido: no contar con un final a la altura del impacto imperecedero de sus referentes que te deje con el culo torcido. Referentes a cuya sombra sigue estando aun a pesar de sus indudables bondades... hoy. Mañana, puede que sea como una de tantas novelas de suspense que parecen condenadas al olvido por el mero hecho de no estar firmadas por alguien como Agatha Christie.
¿Acaso no seguimos recurriendo a Alfred Hitchcock o a la propia Agatha Christie como referentes insondables cuando el cine y la literatura han dado a otros muchos grandes autores ni tan presentes... ni tan populacheros? Mismamente, nos seguiremos acordando de 'La huella' cuando nos volvamos a encontrar un filme como 'Puntos suspensivos', un posible referente no tan bueno, vale, pero sí juguetón, eficaz, realista y alcanzable.
SEPTIMO ARTE