“En Cuba hay hambre de muchas cosas”: la dramática crisis que atraviesa la isla en medio de la escasez de alimentos
Internacionales22 de septiembre de 2024Celia SantanaLa dramática crisis que atraviesa Cuba por la escasez de alimentos y energía es cada vez más palpable. Ante la incapacidad del régimen de proveer la totalidad de los alimentos subvencionados , los ciudadanos ahora deben realizar largas filas para conseguir algo de comida. Además, las raciones de los productos básicos, como el pan, se han visto reducidas. Ahora el pan es más pequeño, el arroz llega a cuentagotas, y productos como el aceite o el café brillan por su ausencia .
“ Hay que decir la verdad, como dura que sea: esto está mal ”, dice la cubana Linorka Montenegro , al salir de una bodega distribuidora de alimentos subsidiados en una bulliciosa calle de La Habana Vieja. La profunda crisis que enfrenta la isla asfixia la capacidad del régimen para abastecer los alimentos subvencionados que la población recibe desde hace seis décadas.
La semana pasada, un barco esperaba sin poder bajar su valiosa carga de trigo en el puerto de La Habana por falta de “ financiamiento ” para saldar la mercancía, reveló a la televisión estatal el ministerio de Industria Alimentaria. La isla necesita 3.000 toneladas mensuales de trigo para mantener la producción del pan racionado, pero en julio y agosto solo pudo adquirir 1.000 toneladas y en septiembre contaba con 600 , según la dependencia.
Como resultado, esta cartera anunció que reduciría de manera temporal el tamaño del pan subsidiado de 80 a 60 gramos . Rosalía Terrero , una mujer de 57 años que trabaja en una de estas bodegas lo vive en carne propia: “A mí me tocan siete panes” al día, uno por cada integrante de la familia. “Mis nietos prácticamente se los comen todos”, comenta a la agencia de noticias AFP resignada al salir de un expendio en Centro Habana. Lamenta que las personas de la tercera edad sean las que más lo sufren con pensiones muy bajas “ porque les dan uno solo, es muy chiquito, no les llena ” el estómago, señala.
“Nunca antes”
La situación no mejora para otros productos esenciales. Barcos llenos de arroz y sal también se encontraron a principios de septiembre detenidos en los puertos de La Habana y Santiago de Cuba (este), esperando el pago. La ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz , advirtió entonces que este mes no habría, “ como no hubo en agosto, aceite ni café ”.
Mientras, Linorka Montenegro, de 55 años, con cuatro hijos y cinco nietos, acude a recoger lo poco que ha llegado. Recibió cinco libras de arroz y dos de azúcar, solo una parte de la ración mensual que le toca a través de la libreta de abastecimiento, con la que cada cubano accede a una canasta reducida de productos subsidiados.
Cuba atraviesa su peor crisis desde la década de 1990, marcada por la escasez además de medicamentos y combustibles, junto con apagones constantes . Todo esto, en medio de una inflación disparada, depreciación de la moneda, una fuerte caída de la producción agrícola y mayor desigualdad social .
La población ahora está obligada a pagar precios mucho más altos para obtener estos alimentos en tiendas privadas, autorizadas apenas hace tres años, o en establecimientos estatales que solo aceptan moneda extranjera, mientras el salario promedio es de 5.000 pesos, equivalente a unos 42 dólares.
En Santiago de Cuba , una escena inusual, pero real, ha captado la atención de los medios y refleja la profunda crisis que atraviesa el pueblo ante la falta de electricidad . Un carrito, cargado con casi veinte bandejas de masa de pan, fue transportado desde una panadería a otra para su cocción debido a la falta de corriente eléctrica.
El periodista Yosmany Mayeta difundió en Facebook una denuncia en la que explicó que las fotos compartidas fueron tomadas en la panadería Tres Doncellas , la cual, ante la carencia de electricidad, decidió trasladar el pan a otro establecimiento ubicado en la calle Aguilera para proceder con la cocción. “La masa cruda recorrió varias calles, expuesta a la contaminación ambiental ”, alertó el reportero, subrayando las consecuencias sanitarias de estas soluciones improvisadas.
(AFP)