Descubren que ciertas serpientes pitón pueden tragar presas más grandes de lo creído

Unos científicos han descubierto que las pitones más grandes tienen una boca aún mayor de lo que sugerirían los modelos matemáticos. Eso significa que esas serpientes, conocidas como pitones birmanas, pueden devorar presas aún mayores de lo que se creía.

El hallazgo es obra de un equipo encabezado por Bruce Jayne, de la Universidad de Cincinnati en Estados Unidos.

Lo descubierto en este estudio implica que más animales están en el menú de esas serpientes. En el caso de las serpientes de esa clase presentes en el sur de Florida, donde son una especie invasora, se sabe que ya han diezmado poblaciones de zorros, linces, mapaches y otros animales, y ahora es obvio que la lista de animales en el menú debe ser en realidad más extensa.

Las pitones se tragan enteros a ciervos, caimanes y otras presas. Lo que comen está limitado en parte por el tamaño del animal que pueden envolver con sus mandíbulas flexibles y elásticas. El límite de tamaño de la presa lo determina la apertura máxima de la boca de la serpiente.

La boca de las pitones, que les permite comer animales tan grandes, es extraordinaria. La mandíbula inferior no está fusionada en la parte delantera, lo que les permite estirar mucho la boca. Además, su piel es tan blanda y elástica que ocupa más de la mitad de la circunferencia de su boca. Todo ello permite a estas pitones devorar presas seis veces mayores que las de tamaño corporal máximo devoradas por otras especies de serpientes de tamaño similar a la pitón birmana.

Jayne examinó tres de las serpientes más grandes capturadas por los investigadores Ian Easterling e Ian Bartoszek en el sudoeste de Florida, que medían 4, 5 y 6 metros de largo.

Anteriormente, los investigadores habían examinado pitones con una boca de 22 centímetros de diámetro. Pero la mayor de las serpientes que capturaron los compañeros de investigación de Jayne tenía una abertura máxima de 26 centímetros.

No parece mucho, solo un 18% más grande. Pero el área total de la abertura aumentó un 40%. Las serpientes más grandes tienen una circunferencia de boca de más de 81 centímetros.

Esto significa que estas serpientes pueden devorar presas mucho más grandes de lo que se creía hasta ahora. Por las presas que los investigadores encontraron dentro las pitones birmanas, saben que matan y devoran animales casi demasiado grandes para tragárselos. Los investigadores observaron a una serpiente tragar un ciervo de 35 kilogramos, lo que representaba dos tercios de la masa total de la serpiente.

Conocer los límites del tamaño de las presas que pueden ser devoradas por los depredadores puede ayudar a los investigadores a predecir el impacto ecológico que podrían tener las serpientes invasoras cuando se trasladen a nuevas zonas.

Las pitones birmanas son originarias de las selvas tropicales del sudeste asiático. Se introdujeron en los bosques de Florida a través del comercio de animales de compañía. Algunas serpientes se escaparon y otras fueron liberadas intencionadamente por propietarios irresponsables.

El estudio se titula “Big pythons, big gape, and big prey”. Y se ha publicado en la revista académica Reptiles & Amphibians.