Transexuales, mendigos, presos y migrantes fueron los invitados especiales que recibieron al papa Francisco en su última morada

Los excluidos de la sociedad, quienes ocuparon un lugar central en el pontificado de Francisco, fueron los últimos en despedirlo este sábado en su última morada, la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Un grupo de aproximadamente 40 migrantes, presos, personas transexuales y sin hogar, portando rosas blancas, esperó en silencio la llegada de los restos del Papa en las escaleras de acceso a la basílica. Dentro del recinto vallado del templo, formaron una especie de guardia de honor para rendir homenaje a un pontífice que siempre los tuvo presentes, incluso en su muerte.

Antes, Francisco había sido despedido en la plaza de San Pedro ante una multitud en la que figuraban jefes de Estado, representantes de casas reales y altos jerarcas de la Iglesia. Sin embargo, fueron los desheredados de la sociedad, aquellos que estuvieron siempre en el centro de su mensaje pastoral, quienes acompañaron su tránsito final.

“Los pobres ocupan un lugar privilegiado en el corazón del Santo Padre, que eligió el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca”, recordó el Vaticano. Jorge Mario Bergoglio adoptó su nombre papal en 2013 en homenaje a San Francisco de Asís, el santo símbolo de la paz, la austeridad y el servicio a los pobres.

 El grupo que rindió tributo al pontífice fue organizado por la asociación benéfica Cáritas y la Comunidad de Sant’Egidio. Esta última explicó que entre los presentes se encontraban personas que habían sido acogidas durante el pontificado de Francisco, como refugiados trasladados desde la isla de Lesbos, desplazados de campos de refugiados de Chipre y sintecho alojados en el Palazzo Migliori, un edificio adyacente al Vaticano que en noviembre de 2019 fue confiado a Sant’Egidio para acoger a los más vulnerables. Según la comunidad, los asistentes eran “los pobres que lo conocieron y lo amaron durante su pontificado“, un testimonio vivo del compromiso que Francisco sostuvo hasta sus últimos momentos de vida.