Día Mundial Sin Tabaco: qué le sucede al cuerpo al dejar de fumar y cómo lograrlo

Efemérides31/05/2025Celia SantanaCelia Santana
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Cada año, el 31 de mayo, el Día Mundial Sin Tabaco propone reflexionar sobre las consecuencias del tabaquismo y las oportunidades de recuperación. Dejar de fumar es una decisión con efectos concretos desde los primeros minutos. El cuerpo responde de inmediato y, con el tiempo, sus beneficios se consolidan en términos de salud, economía y calidad de vida.

Sin embargo, aunque más del 60% de los fumadores adultos manifiestan el deseo de abandonar el cigarrillo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el acceso a tratamientos efectivos y el acompañamiento profesional sigue siendo limitado en gran parte del mundo.

El proceso de cesación tabáquica desencadena una serie de cambios fisiológicos.

  • A los 20 minutos: se reduce la presión arterial y baja el ritmo cardíaco. Esta reacción inmediata del sistema cardiovascular indica que el cuerpo comienza a recuperarse apenas cesa el ingreso de nicotina.
  • A las 12 horas: los niveles de monóxido de carbono en sangre descienden a valores normales. Esto permite un aumento en la disponibilidad de oxígeno en los tejidos, mejorando la oxigenación general del organismo.
  • Entre las 2 semanas y los 3 meses: mejora la circulación sanguínea y se incrementa la capacidad pulmonar. Como resultado, las actividades físicas cotidianas requieren menos esfuerzo y se experimenta una mayor energía.
  • De 1 a 9 meses: se regeneran los cilios, pequeñas estructuras en los pulmones encargadas de eliminar mucosidad y partículas. Esta recuperación contribuye a reducir la tos y las infecciones respiratorias frecuentes.
  • Al cumplirse 1 año: el riesgo de padecer una enfermedad coronaria disminuye a la mitad en comparación con el de una persona que continúa fumando. También se reduce la probabilidad de sufrir un infarto.
  • A los 5 años: se reduce a la mitad el riesgo de desarrollar cánceres de boca, garganta, esófago, vejiga y cuello uterino. Además, el peligro de sufrir un accidente cerebrovascular puede llegar a igualarse al de una persona no fumadora.
  • A los 10 años: la probabilidad de morir por cáncer de pulmón cae aproximadamente un 50%. También se observa una disminución en los riesgos de padecer cáncer de laringe y páncreas.
  • A los 15 años: el riesgo de enfermedad cardíaca se equipara al de alguien que nunca fumó, lo que marca una recuperación completa del sistema cardiovascular.

 

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