

Las autoridades rusas investigan como atentados terroristas el colapso de dos puentes este domingo de madrugada en las regiones de Briansk y Kursk, fronterizas con Ucrania, unos hechos sobre los que diputados y senadores han acusado a Kiev de estar detrás del siniestro. Ucrania, por su parte, ha acusado a Rusia de estar detrás de ambas voladuras de puentes para romper las negociaciones entre Kiev y Moscú, cuya segunda ronda está prevista para este lunes en Estambul.
En Briansk, la explosión en un puente de una carretera del municipio de Vigonichski ha acabado provocando el descarrilamiento de un tren de pasajeros que circulaba en ese momento por debajo en la ruta entre Klimov y Moscú. Hay al menos siete muertos y otras 69 personas, entre ellos tres menores, han resultado heridas. En paralelo, un segundo puente se ha desplomado en la vecina región de Kursk cuando pasaba un tren de mercancías, sin que se produjeran víctimas mortales.
La representante oficial del Comité de Investigación de Rusia (SKR), Svetlana Petrenko, ha confirmado la apertura de dos "casos penales" por estos incidentes. "El suceso ha sido calificado como un acto terrorista", ha comentado en declaraciones recogidas por la prensa local.
También el gobernador de Briansk, Alexandr Bogomaz, ha denunciado que el descarrilamiento del tren de pasajeros ocurrido en su región había sido una voladura. "Fue volado mientras circulaba con sus pasajeros", ha indicado al canal de televisión Rusia 24 sin precisar exactamente la naturaleza de la misma.
Colapso de un segundo puente en Kursk
Poco después de conocerse el derrumbe de Briansk se ha producido el colapso de un segundo puente en la región rusa de Kursk, concretamente en el municipio de Zheleznogorsk, mientras circulaba por encima un tren de mercancías, según ha hecho saber su gobernador en funciones, Alexander Khinshtein.
El suceso ha ocurrido en el kilómetro 48 de la vía Trosna-Kalinovka cuando "se derrumbó un puente mientras circulaba la locomotora". "Parte del tren cayó sobre la carretera que se encontraba bajo el puente. La locomotora se incendió y el Ministerio de Situaciones de Emergencia ha actuado inmediatamente", ha escrito este domingo por la mañana en su canal de Telegram.
Según información preliminar, uno de los maquinistas ha sufrido lesiones en las piernas y ha sido ingresado en el hospital. Imagen difundida este domingo en Telegram por el gobernador interino de la región de Kursk, Alexander Khinshtein, que muestra un puente dañado tras el accidente de un tren de carga en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania.
Ucrania acusa a Rusia de operación de falsa bandera
Ucrania, por su parte, ha acusado a Rusia de una operación de falsa bandera para romper las negociaciones entre Kiev y Moscú al referirse al desplome de ambos puentes en las regiones fronterizas rusas de Briansk y Kursk. En un mensaje en Telegram, el jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para la Seguridad Nacional y la Defensa de Ucrania, Andrí Kovalenko, ha afirmado que "no es la primera vez que Rusia recurre a atentados de 'falsa bandera'" y que "parece que el Kremlin está preparando el terreno para una ruptura de las conversaciones, con un ataque de imagen contra Ucrania en el ámbito mediático internacional".
"Una vez más, existe la tentación de presentarnos como un 'país terrorista' para evitar el diálogo y proseguir la ofensiva de verano que ya ha comenzado en las regiones de Sumi y Zaporiyia y continúa en el este", ha añadido. Kovalenko ha subrayado que "estos sucesos tienen lugar días antes de las conversaciones sobre un alto el fuego en Estambul", al mismo tiempo que "Moscú no ha entregado ni un solo memorando con propuestas y envía allí una delegación sin autoridad". Aseguró que "Ucrania no tiene ningún motivo para perturbar la cumbre de Estambul" y que, al contrario, Kiev "se mostró de acuerdo con un alto el fuego hace mucho tiempo".
"Por lo tanto, una guerra ferroviaria al estilo de la Segunda Guerra Mundial es un argumento para la propaganda rusa, no un instrumento de nuestra política", ha destacado. En este sentido, ha agregado que en 1999, los atentados terroristas de Riazán, de los que el Kremlin acusó a separatistas chechenos, se convirtieron en una plataforma de lanzamiento para el presidente ruso, Vladimir Putin. "Es probable que se esté volviendo a las viejas tácticas, esta vez no para la movilización interna, sino para la manipulación internacional", ha remachado.




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