Protestas contra la inmigración causan 14 policías heridos y 11 detenidos en Derry

La Policía de Irlanda del Norte (PSNI) reportó este miércoles que 14 oficiales resultaron lesionados en enfrentamientos con violentos "sectarios" en la localidad de Derry, tras otra noche de manifestaciones antinmigración en la provincia británica, que culminó con 11 arrestos.

Según un portavoz, las fuerzas del orden fueron atacadas el martes por la noche con bombas incendiarias, fuegos artificiales, piedras y ladrillos en esta localidad del noroeste de Irlanda del Norte, donde se detuvo a 11 personas, ocho de ellas menores de entre 14 y 17 años.

Varios de los agentes heridos tuvieron que ser trasladados al hospital, añadió la PSNI, que calificó la segunda noche de disturbios en Derry como "violencia sectaria flagrante".

«Estos comportamientos son simplemente criminales, no los aceptaremos y perseguiremos a los responsables con todo el peso de la ley», advirtió hoy el superintendente del cuerpo, Jon Boutcher.

Las protestas antinmigración comenzaron el pasado 9 de junio en Ballymena, después de una manifestación pacífica organizada en apoyo a la familia de una niña que supuestamente fue víctima de una agresión sexual.

La violencia se propagó a otras áreas de Irlanda del Norte y, aunque la tensión disminuyó durante el pasado fin de semana, ha vuelto a aumentar en los últimos días, con especial intensidad en Derry (Londonderry para la comunidad unionista-protestante), según la PSNI.

«Una vez más, nuestros valientes y dedicados agentes se han arriesgado para proteger a la comunidad local de Derry/Londonderry y quiero rendir el más alto homenaje a cada uno de ellos», subrayó Butcher.

El mando policial aseguró que el cuerpo continuará realizando arrestos en los próximos días y advirtió que "habrá consecuencias para los involucrados".

La PSNI confirmó este martes que ha detenido a un total de 28 personas, incluida una niña de 13 años, por los disturbios de la semana pasada, en los que 64 agentes resultaron heridos.

La menor compareció este martes ante un tribunal acusada de participar en los disturbios de Ballymena, mientras que su madre, de 30 años, también ha sido acusada de crueldad infantil en relación con esas protestas.