
Más de 190 muertos en Haití solo en los dos primeros meses de 2025 por ataques de pandillas, según informe de la ONU
Internacionales27/06/2025

La violencia armada en Haití alcanzó niveles alarmantes en los primeros meses de 2025, con más de 190 personas asesinadas entre enero y febrero en ataques coordinados de bandas criminales, según un informe del Grupo de Expertos de la ONU establecido por la resolución 2653 (2022) del Consejo de Seguridad.
Entre el 26 y el 29 de enero de 2025, la coalición Viv Ansanm 30 lanzó una ofensiva en el municipio de Kenscoff, al sur de la capital, con el objetivo de tomar el control territorial de la zona y asegurar el paso hacia el sureste del país. La cifra preliminar de víctimas fatales oscila entre 90 y 150 personas, mientras que al menos 3,139 residentes fueron desplazados y unas 100 viviendas destruidas.
La violencia continuó en febrero. El 24 de febrero, la temida banda 400 Mawozo asesinó a 22 personas —incluidas 8 mujeres y 3 niños— en el barrio Tabarre 27, en la comuna de Tabarre. Al día siguiente, el 25 de febrero, otras 23 personas fueron ejecutadas por los grupos Los 6 de Delmas y Les Argentins, en Delmas 30. Entre los fallecidos había dos soldados fuera de servicio de las Fuerzas Armadas de Haití.
Un año de masacres, ejecuciones y desplazamientos
El informe completo revela que, solo en 2024, unas 7,342 personas fueron asesinadas en Haití (6,281 hombres, 117 niños, 884 mujeres y 60 niñas). De estos, 3,660 homicidios ocurrieron entre julio y diciembre. Además, se registraron 2,017 secuestros, incluidos 81 niños y niñas. La banda Bwa Kale fue responsable de al menos 423 asesinatos colectivos, algunos perpetrados por grupos de autodefensa que actúan por cuenta propia ante la inoperancia del Estado.
Los expertos documentaron múltiples masacres, como la ocurrida el 3 de octubre de 2024 en Pont-Sondé, donde el líder de la banda Gran Grif, Luckson Elan, asesinó a unas 100 personas, hirió a otras 16 y provocó la huida de más de 6,000 habitantes. También se registraron violaciones, incluso a menores.
En diciembre, la violencia escaló aún más. El 11 de diciembre de 2024, Gran Grif mató a 70 personas en Petite-Rivière-de-l’Artibonite, luego de que 39 supuestos colaboradores de pandillas fueran linchados por grupos de autodefensa. En total, más de 220 personas murieron entre el 11 y el 19 de ese mes solo en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, dejando 41,000 desplazados.
Policía acusada de ejecuciones extrajudiciales y tráfico de armas
El informe de la ONU también señala graves violaciones de derechos humanos por parte de la Policía Nacional de Haití (PNH), incluyendo 556 muertes durante operativos, de las cuales el 40 % fueron civiles sin vínculos con los hechos. Además, se documentaron 281 ejecuciones extrajudiciales perpetradas por unidades especializadas en 2024, incluidos 8 niños.
La corrupción dentro de la policía también es crítica. Varios agentes fueron arrestados por traficar municiones y armas a pandillas. En octubre de 2024, un oficial de la Unidad Antiemboscada fue detenido con 2,695 cartuchos destinados a la pandilla Krache Dife. Otro agente fue capturado en noviembre con 2,400 cartuchos, sustraídos de la armería central con ayuda de su pareja, quien trabajaba como secretaria.
Los agentes también utilizan su rango oficial para evadir controles fronterizos con República Dominicana y adquirir municiones. Estos desvíos de armas alimentan el poder de fuego de las bandas criminales.
Médicos Sin Fronteras, entre las víctimas
El informe denuncia que el 18 de noviembre de 2024, policías y civiles armados interceptaron una ambulancia de Médicos Sin Fronteras en Puerto Príncipe, amenazaron a los trabajadores humanitarios con violarlos y asesinarlos, les lanzaron gases lacrimógenos y ejecutaron a dos pacientes dentro del vehículo. Tras este hecho, la organización suspendió sus operaciones por casi un mes.
Colapso estatal y urgencia internacional
Los expertos concluyen que el Estado haitiano ha perdido su capacidad para controlar el territorio, aplicar justicia y proteger a su población. La colaboración entre fuerzas del orden y grupos de autodefensa ha derivado en acciones ilegales, linchamientos y ejecuciones públicas, sin consecuencias legales.
El informe advierte que la situación en Haití representa no solo una crisis humanitaria sin precedentes, sino también una amenaza regional. Ante la falta de respuesta efectiva por parte de la comunidad internacional, se profundiza el vacío de poder y se fortalece el control de las bandas armadas.









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