

El ejército ruso ha sufrido la pérdida de más de 155,000 efectivos desde el inicio de la invasión a Ucrania, hace casi cuatro años, según informaron este viernes medios independientes. La información proviene del portal Mediazona y del servicio ruso de la BBC, que han registrado, a partir de fuentes abiertas, los nombres y apellidos de 155,368 soldados caídos en acción.
Sobre el voluntariado
Un dato alarmante es que un tercio de los muertos son voluntarios, un grupo que en los últimos meses de combate representa la mayoría de las bajas, mientras que al inicio de la guerra constituían solo un 15 % de los fallecidos. Estas personas no tenían relación previa con las Fuerzas Armadas, similar a lo ocurrido en el segundo año de la guerra con los presidiarios reclutados. Durante el primer año de hostilidades, la mayoría de las bajas correspondían a soldados regulares.
Los voluntarios suelen ser enviados a unidades de asalto encargadas de tomar los bastiones ucranianos más fortificados, donde el riesgo de muerte es significativamente mayor.
Aunque los medios independientes contabilizan estas cifras, la cifra real de muertos podría oscilar entre 239,000 y 345,000, mientras que estimaciones occidentales elevan las bajas totales a aproximadamente 1,3 millones. Las autoridades rusas, en un intento de ocultar la magnitud de las pérdidas, han limitado la publicación de datos demográficos y solo informaron oficialmente de 5,937 muertos en septiembre de 2022.
Desde mayo de 2015, un decreto firmado por el presidente Vladímir Putin considera secreto de Estado las bajas del ejército en tiempos de paz y durante operaciones especiales. Putin, que califica a los combatientes en Ucrania como “héroes”, declaró en su momento que es preferible morir por la patria antes que por alcoholismo o accidentes de tráfico.















