¿Va a sustituir la tecnología al ser humano? aquí la respuesta según el MIT

Curiosidades 22 de febrero de 2024 Kiry Jiménez Kiry Jiménez
hombre_y_maquina

Con el auge de la inteligencia artificial, mucho se ha hablado sobre hasta qué punto llegará la influencia de esta potente herramienta en nuestras vidas. Este temor surge de la preocupación de que las tecnologías de IA puedan automatizar tareas y roles laborales, lo que en teoría podría repercutir en la pérdida de empleos para muchas personas.

Este desasosiego no es infundado. De hecho, la inteligencia artificial ya está demostrando que es capaz de realizar numerosas tareas de manera eficiente y precisa, desde aquellas más repetitivas hasta labores más complejas que antes solo los humanos podían desempeñar.

Pero ahora, los resultados de un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han sugerido que la inteligencia artificial no nos quitará el trabajo. En concreto, este trabajo argumenta que la implementación de estas tecnologías sería mucho más costosa que contratar a personas para seguir desempeñando esas tareas.

A diferencia de otros análisis que se centran en las capacidades de la IA para reemplazar trabajadores, los investigadores del MIT han considerado el aspecto económico de la automatización, es decir, la viabilidad técnica y el impacto económico de la implantación de estos sistemas.

Así, han presentado un nuevo tipo de modelo de automatización de tareas de IA teniendo en cuenta el nivel de rendimiento técnico necesario para realizar una tarea, las características de un sistema de IA capaz de ello y el posible costo de construir y desplegar dicho sistema.

Para ello, los investigadores encuestaron a trabajadores para comprender qué rendimiento se requeriría de un sistema automatizado y analizaron el costo que tendría construir dicho modelo para determinar su viabilidad económica. “El resultado es una primera estimación de qué tareas son técnicamente factibles y económicamente atractivas de automatizar, y cuáles no lo son”, señalan.

Por una parte, descubrieron que implementar tecnologías de IA para cubrir las múltiples tareas de un profesional –al menos en la actualidad- sería muy caro. Por ejemplo, concluyen que “a los costos actuales”, las empresas de EE. UU. no optarían por automatizar la mayoría de las tareas de visión que podría hacer una IA. De hecho, señalan que para esas funciones solo sería posible automatizar el equivalente al 23 % de los salarios que ahora se pagan a los trabajadores.

Por ejemplo, aunque un panadero necesite una herramienta de ‘computer vision’ para revisar la calidad de los ingredientes, esta función representa solo el 6 % de sus tareas, lo que hace que la automatización no sea económicamente sensata.

Asimismo, los investigadores del MIT sugieren que, si el proceso de automatización ocurriera rápidamente, supondría una gran alteración para la fuerza laboral, pero si se produce gradualmente, la mano de obra podría adaptarse, como ha ocurrido en otras transiciones económicas a lo largo de la historia.

Ameca, el “robot más humano del mundo” bromea diciendo que ha soñado con dinosaurios

No obstante, matizan, “el progresivo desarrollo de la IA podría acelerarse si los costes caen rápidamente o si se despliega a través de plataformas de inteligencia artificial como proveedor de servicios, que tienen mayor alcance que las empresas individuales”.

Con todo, actualmente, las predicciones sobre el impacto de la automatización siguen siendo difusas y no consideran la viabilidad técnica o económica de la IA. Lo que se sabe hasta ahora “no puede anticipar este escenario de automatización”, según los autores de este trabajo, “ya que se intenta medir el potencial de la IA en un área concreta, sin tener en cuenta la viabilidad técnica o el aspecto económico”.

Y si bien se espera que el coste de incorporar la IA al ámbito laboral disminuya con el tiempo, aún se necesitarán décadas para que sea económicamente viable para la mayoría de las empresas, según los expertos del MIT. Por tanto, de este trabajo se desprende una idea sólida: la IA no va a acaparar los puestos de trabajo de las personas, al menos en el corto plazo.

Mientras tanto, los investigadores sugieren que los esfuerzos también deberían concentrarse en políticas o programas de innovación profesional que ayuden a mitigar –si se diera el caso- las consecuencias del desempleo en determinadas áreas.

La inteligencia artificial gana terreno

La automatización impulsada por la IA ya está transformando diversos sectores, desde la fabricación y la logística hasta la atención médica o los servicios financieros. Los sistemas de IA pueden realizar análisis de datos complejos, optimizar procesos empresariales, mejorar la atención al cliente y hasta conducir vehículos de forma autónoma.

Esta capacidad para reemplazar ciertas funciones humanas ha planteado incertidumbre sobre el futuro del empleo y la adaptación de la fuerza laboral a un mundo cada vez más automatizado. Sin embargo, sus defensores alegan que la IA también tiene el potencial de crear nuevos trabajos y oportunidades laborales.

A medida que la tecnología avanza, surgen nuevas industrias y roles que requieren habilidades específicas que van desde el desarrollo y mantenimiento de sistemas de IA hasta la interpretación de datos o la toma de decisiones estratégicas basadas en análisis complejos.

Además, según los expertos, la IA puede mejorar la productividad y eficiencia en muchos sectores, lo que puede llevar a un crecimiento económico y la creación de empleo en áreas relacionadas. Por ejemplo, en lugar de eliminar puestos de trabajo, la IA puede complementar las habilidades humanas al permitir a los trabajadores enfocarse en tareas más creativas, estratégicas o de alto valor añadido que requieran empatía, intuición y juicio humano.

Muy interesante 

Te puede interesar
Lo más visto