La ciencia jugando a ser Dios: la clonación humana

Ciencia y Tecnología02/01/2024Kiry JiménezKiry Jiménez
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La posibilidad de la clonación humana ha sido tema de especulación a lo largo de todo el siglo pasado, pero fue a finales de la década de 1960 cuando se empezó a considerar seriamente esta perspectiva. De hecho, el Premio Nobel de Medicina inglés J. B. S. Haldane fue pionero al introducir la idea de la clonación humana, utilizando los términos "clon" y "clonación". En su conferencia Biological Possibilities for the Human Species of the Next Ten-Thousand Years en el Simposio sobre el Hombre y su Futuro celebrado en 1963, Haldane definió “clon” como un conjunto de seres con la misma identidad genética. En él expresó su esperanza en la posibilidad de cultivar líneas celulares humanas, sugiriendo la producción de clones a partir de un solo óvulo fertilizado.

Tres años más tarde, el genetista y también ganador del Premio Nobel Joshua Lederberg defendió la clonación y la ingeniería genética lo que provocó una dura reacción del médico conservador Leon Kass, que argumentó que semejante técnica deshumanizaría al ser humano. Otro Nobel, James D. Watson, también destacó el potencial y los peligros de la clonación en su ensayo "Hacia el Hombre Clonal" en 1971.

La llegada de Dolly

Sin embargo, todo este debate era espurio pues aún no se había alcanzado experimentalmente nada parecido a un clon. Pero en 1996 la teoría se convirtió en práctica con la hoy famosa oveja Dolly.

Fue creada por un equipo de científicos liderado por el embriólogo escocés Ian Wilmut. El nacimiento de Dolly se anunció en 1997, y fue la primera vez que se clonaba con éxito un mamífero adulto a partir de una célula somática mediante una técnica llamada, a la sazón, transferencia nuclear de células somáticas (SCNT). En este proceso, se tomó una célula mamaria de una oveja adulta y se extrajo el núcleo celular. Luego, este núcleo se insertó en un óvulo al que previamente se le había eliminado el núcleo. Después de este proceso, el óvulo "reconstruido" se estimuló para que se dividiera y se desarrollara como un embrión. El embrión resultante se implantó en una madre sustituta, y Dolly nació de este proceso. Vivió hasta el febrero de 2003.

Dolly disparó el debate de la clonación humana y los políticos tomaron cartas en el asunto. El 7 de enero de 1998 se abría a la firma en París por los Estados miembros del Consejo de Europa el Protocolo Adicional al Convenio para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la biología y la medicina. El artículo 1 establece que “se prohíbe cualquier intervención que tenga por objeto crear un ser humano genéticamente idéntico a otro, ya sea vivo o muerto” .

Hacia la clonación humana

Sin embargo, esto no detuvo a algunos científicos que prometieron crear un clon humano en los próximos años. Entre ellos estaba el biotecnólogo Hwang Woo-suk, profesor en la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur).

Hwang ganó reconocimiento internacional cuando creó un clon utilizando tejido de la oreja de un lebrel afgano de 3 años. Se utilizaron 123 madres sustitutas para llevar los embriones, de los cuales se implantaron 1 095 de los cuales solo tres se convirtieron en embarazo, y uno de los embriones se perdió debido a un aborto espontáneo. Nacieron dos cachorros, pero uno murió de neumonía a las tres semanas.

Hwang siguió con su trabajo y entre 2004 y 2005 publicó en la prestigiosa revista Science dos artículos en los que explicaba que había tenido éxito en la creación de células madre embrionarias humanas mediante la clonación. Sin embargo, poco después de la publicación del primer artículo, estalló la polémica cuando la revista Nature le acusó de haber cometido violaciones éticas al utilizar óvulos de sus estudiantes y comprados en el mercado negro, cosa que Hwang admitió en noviembre de 2005. Poco después, se reveló algo de mucho más empaque: había amañado los datos de sus experimentos de clonación de células embrionarias humanas.

Hacia la clonación de células embrionarias

En 2008, el Dr. Andrew French y Samuel Wood, de la    empresa biotecnológica Stemagen, anunciaron la creación de cinco embriones humanos maduros mediante la SCNT. Aunque estos embriones solo alcanzaron la etapa de blastocisto (una etapa temprana del desarrollo embrionario en mamíferos, que se forma alrededor de cinco a siete días después de la fertilización del óvulo. El embrión se ha dividido en múltiples células y ha pasado por varias divisiones celulares), este logro marcaba un paso crucial hacia la generación controlada de células madre embrionarias.

En 2013, un grupo de investigación liderado por Shoukhrat Mitalipov publicaba un estudio en la revista Cell que describía un nuevo proceso para crear células madre humanas a partir de células de la piel, un descubrimiento figuró en el "Top 10" de avances científicos de ese año y Shoukhrat Mitalipov fue nombrado por la revista Nature como 'the cloning chief'. Mitalipov también es conocido por ser uno de los padrinos de la terapia génica de reemplazo mitocondrial, que previene que se hereden enfermedades mitocondriales. Esta técnica implica la extracción del núcleo de un óvulo humano y su colocación en otro óvulo. Este procedimiento, en términos genéticos, resultaría en un óvulo fertilizado con tres padres. Mitalipov logró criar con éxito macacos rhesus con tres progenitores.

En agosto de 2017, Mitalipov junto con el Institute for Basic Science, Salk Institute for Biological Studies, Seoul National University, BGI-Shenzhen y BGI-Qingdao llevaron a cabo el primer intento exitoso conocido de corregir genéticamente embriones humanos mutantes. Y un año más tarde un equipo de investigadores del Instituto de Neurociencia de la Academia China de Ciencias en Shanghai clonaron dos macacos hembra, Zhong Zhong y Hua Hua, utilizando la técnica de Transferencia Nuclear de Células Somáticas (SCNT), convirtiéndose en los primeros primates no humanos clonados con éxito.

Por su proximidad con el ser humano, no es de extrañar que en los medios de comunicación empezara a hablarse de que este hecho “nos acerca a la clonación de seres humanos”. En realidad lo que realmente nos confirma es lo difícil que resulta clonar a un ser humano. Prueba de ello está en que para conseguir esos dos clones los chinos desarrollaron más de 100 embriones de macaco, obtuvieron seis embarazos y solo nacieron dos bebés sanos: a pesar del resultado por ahora la clonación no es que sea una técnica muy exitosa.

¿Para qué la clonación humana?

La clonación humana puede que sea una posibilidad en un futuro, pero ¿para qué? En la película de Michael Bay La Isla (2005) y en una previa de los años 70, Parts: The Clonus Horror, se clonaba humanos para obtener 'repuestos' de órganos. Sin embargo, ¿es necesario construir todo un ser humano para obtener un hígado? Es evidente que no.

¿Y el otro tópico, recuperar a un hijo fallecido? Otro craso error, pues confunde el ser con el envoltorio: un ser humano no se define solo por sus genes. Por otro lado, ese comprensible deseo convierte al ser humano en una 'cosa', en una propiedad, que se pretende 'recomponer'. Pero los padres son tutores, no propietarios de sus hijos.

Pero quizá la principal -y engañosa- razón de hacer un clon mío es pensar que sería como si prolongara mi vida. La fantasiosa 'compañía de clonación humana' Clonaid, dirigida por el culto raëliano (que cree que los humanos son clones de alienígenas) afirma haber producido ya 13 clones humanos, y el poco conocido rapero Markquez Lao Santiago, conocido como KID Buu, afirmó que él mismo era un clon creado por Clonaid. aunque nunca ha mostrado pruebas de ello. Lo llamativo surgió cuando lanzó su campaña publicitaria de clonación: según la propia compañía, "un número sorprendentemente grande" de solicitudes les llegaron "del área de Los Ángeles / Hollywood".

Fuente: Muy interesante

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