Los antiguos egipcios ya intentaron tratar el cáncer

Curiosidades 04 de junio de 2024 Kiry Jiménez Kiry Jiménez
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Una serie de marcas que han encontrado los científicos en un antiguo cráneo, sugieren una intervención quirúrgica oncológica en el antiguo Egipto de hace 4.300 años; los antiguos egipcios intentaron realizar una cirugía sobre un tumor en un paciente masculino con cáncer de nasofaringe. Se trata del intento más antiguo conocido de tratar el cáncer, una enfermedad que sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo y afecta a millones de personas cada año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la carga mundial del cáncer sigue aumentando. Solo en 2020 hubo 19,3 millones de nuevos casos de cáncer en todo el mundo y se espera que esta cifra aumente a 28,4 millones para 2040, principalmente debido al crecimiento y el envejecimiento de la población.

Tratando el cáncer en el antiguo Egipto

No cabe duda que la medicina del antiguo Egipto estaba muy avanzada. El descubrimiento de unos pequeños grabados en un cráneo milenario que sugieren que ya en esa época intentaron tratar el cáncer, lo atestigua. Y, a pesar de que los casos de cáncer parecen una enfermedad muy moderna, no es un fenómeno exclusivo de los siglos XX y XXI.

“Esta investigación demuestra que hace más de 4.000 años los antiguos egipcios llevaron a cabo una intervención quirúrgica en relación con tumores cancerosos que marcan un hito en la Historia de la Medicina y la Paleopatología”, explica Edgard Camarós, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y coautor de la investigación que recoge la revista Frontiers in Medicine.

Los médicos egipcios podían identificar, describir y tratar enfermedades y lesiones traumáticas e incluso colocar empastes dentales. Y, según los expertos, las marcas de cortes en el cráneo también podrían ser indicios de que los antiguos egipcios intentaron operar el crecimiento excesivo de tejido para tratar un caso de cáncer de nasofaringe. Podían haber intentado tratar este cáncer.

La investigación

Como parte de la investigación se examinaron dos cráneos conservados en la Colección Duckworth de la Universidad de Cambridge. El cráneo y la mandíbula 236 pertenecían a un varón que murió entre los 30 y los 35 años. Los huesos fueron encontrados en Giza y datan de entre 2687 y 2345 a. C., durante el Reino Antiguo de Egipto. El otro cráneo, E270, pertenecía a una mujer que tenía más de 50 años cuando murió entre 663 y 343 a. C., conocido como el Período Tardío del antiguo Egipto.

Las exploraciones por microTC -microtomografía computarizada- del cráneo 236 revelaron una lesión considerable indicativa de daño tisular grave, comúnmente denominada neoplasia. Además, los investigadores identificaron aproximadamente 30 lesiones pequeñas, redondas y con metástasis en el cráneo. Según el equipo, esto podría ser una señal de que el cáncer era una patología común en la antigüedad.

Curiosamente, también existían una serie de marcas de corte que rodeaban las lesiones, probablemente hechas con un objeto punzante, como un instrumento metálico. La mayoría de estas lesiones son relativamente pequeñas, pero hay algunas más grandes, incluida una hendidura del tamaño de una moneda cuando el tejido fue destruido por tejido canceroso. Los bordes están marcados con marcas de corte, como si un antiguo cirujano hubiera intentado extirpar las neoplasias con un instrumento de metal. Aunque no fuesen efectivas, los expertos apuntan a que tienen que ver con el tratamiento del cáncer del paciente.

“Parece que los antiguos egipcios realizaron algún tipo de intervención quirúrgica relacionada con la presencia de células cancerosas, lo que demuestra que la medicina del antiguo Egipto también realizaba tratamientos experimentales o exploraciones médicas en relación con el cáncer”, puntualiza Albert Isidro, oncólogo quirúrgico del Hospital Universitario Sagrat Cor.

Curiosamente, el daño causado por el cáncer en el cráneo 236 se analizó en la década de 1950 en Cambridge, pero se pasaron por alto las pequeñas marcas. Sólo cuando los nuevos investigadores volvieron a analizar el hueso se encontraron los pequeños cortes.

"Vemos que, aunque los antiguos egipcios eran capaces de lidiar con fracturas craneales complejas, el cáncer seguía siendo una frontera del conocimiento médico", dijo Tatiana Tondini, investigadora de la Universidad de Tübingen y coautora del trabajo.

De qué murieron exactamente ambos pacientes no se puede establecer claramente, según los científicos, pero el estado avanzado del cáncer en ambos casos indica un vínculo con la mortalidad difícil de eludir. Está claro que se necesitarán más estudios para desentrañar cómo las sociedades antiguas abordaron el cáncer.

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