Eventos astronómicos que no te puedes perder este verano: desde un eclipse lunar hasta las 'lágrimas de San Lorenzo'

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El recién estrenado verano, que ha llegado después del solsticio del 20 de junio y se prolongará hasta el equinoccio otoñal del próximo 22 de septiembre, trae consigo un atractivo calendario para los amantes de la astronomía: dos lluvias de meteoros y cuatro lunas llenas, la última de las cuales estará acompañada además por un eclipse parcial. En cuanto a las lluvias de meteoros, la segunda de ellas, el esperado pico de las perseidas -las 'lágrimas de San Lorenzo'- se producirá el día 12 de agosto, pero las previsiones apuntan a que este no será un buen año para su observación.

Después de la luna de fresa del pasado 22 de junio, el segundo plenilunio de la estación estival llegará el próximo 21 de julio, en este caso conocido como 'luna del ciervo'. Esta denominación, una vez más, se debe al Almanaque de los Agricultores de Maine, que a partir de la década de 1930 comenzó a publicar los nombres que los nativos americanos daban a las lunas llenas. La de julio era denominada así porque es en esta época del año cuando los ciervos machos terminan de renovar su cornamenta en los bosques de Estados Unidos y Canadá.

El mes de julio también deparará una lluvia de meteoros: las delta acuáridas, que alcanzarán su máximo el 31 de julio -aunque se prolonga todos los años entre el 12 de julio y el 23 de agosto-. Según explica el Instituto Geográfico Nacional, este será un buen año para contemplar el fenómeno astronómico, dado que el máximo se producirá tres días después del cuarto menguante, por lo que no impedirá su visión.

En esta ocasión se caracterizará además por un pico bastante extendido, lo que hará que tanto la noche del 30 al 31 de julio como la siguiente, la del 31 de julio al 1 de agosto, sean propicias para la observación.

Las delta acuáridas se observan mejor en el hemisferio sur porque su radiante está más alto en el cielo, pero también son visibles en el hemisferio norte con una tasa de actividad algo más baja. Se cree que estos meteoros pueden provenir del cometa 96P Machholz, que orbita alrededor del sol aproximadamente cada 5 años. Las lluvias de meteoros suceden cuando nuestro planeta se cruza con la orbita de un cometa, que está llena de partículas de ese cuerpo celeste que, al entrar en la atmósfera terrestre a gran velocidad, se calcinan y crean ese característico resplandor luminoso.

Además, el 5 de julio se producirá el momento de máximo alejamiento anual entre la Tierra y el sol, denominado afelio. Cuando suceda, la distancia de nuestro planeta al sol será de algo más de 152 millones de kilómetros, es decir, aproximadamente 5 millones de kilómetros más que en el momento de menor distancia (perihelio), que sucedió el pasado 3 de enero.

RTVE

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