"Ahora sé cómo se siente ser una mujer completa": las cirugías para reparar el daño causado por la mutilación genital femenina

Salud19 de julio de 2024Yerandi SantanaYerandi Santana
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"Me aterrorizaba la idea de que me volvieran a cortar, aunque esta vez fue con mi consentimiento. Pero tenía que hacerlo por mi salud mental".

Shamsa Sharaawe habla de su decisión de someterse a una cirugía reconstructiva después de que le cortaran el clítoris y la vulva hace 25 años, cuando solo tenía 6 años.

Esta mutilación genital femenina (MGF) se realizó en Somalia por miembros de su familia más amplia y una partera tradicional en casa.

Según un informe reciente de Unicef, más de 230 millones de niñas y mujeres han sido sometidas a mutilación genital femenina en el mundo.

En Somalia, Guinea y Djibuti, la mayoría de las niñas son sometidas a esta práctica (alrededor de 90% de la población femenina). Es una creencia común en estos países que la MGF garantizará la virginidad de una niña, una virtud muy apreciada a nivel local.

Muchos en la comunidad somalí consideran que la virginidad de la mujer y el honor de su familia están inextricablemente vinculados. Creen que el honor de la familia permanecerá intacto si las niñas son sometidas a mutilaciones.

La sociedad piensa que las mujeres que no se someten a la mutilación genital femenina tienen una moral relajada o un alto deseo sexual, lo que creen que puede arruinar la reputación de toda la familia.

Shamsa recuerda que cuando era niña experimentaba un dolor extremo cada vez que menstruaba.

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