Calvicie: ¿qué causa la pérdida de cabello?

La calvicie, también conocida como alopecia, es la pérdida parcial o total del cabello en el cuero cabelludo, así como en otras partes del cuerpo. De acuerdo con información del Instituto Médico Mayo Clinic, este trastorno puede afectar tanto a hombres como a mujeres, siendo más frecuente en los hombres por factor hereditario.

Aunque es normal perder al día entre 50 y 100 cabellos, los especialistas informan que se considera calvicie cuando la pérdida de cabello comienza a ser notoria, afectando la densidad del cuero cabelludo mediante entradas en la frente o se nota la coronilla. ¡Así como lo lees!

La predisposición genética es una de las principales causas, pero no la única. Presta mucha atención a los factores de riesgo de la calvicie, en algunos casos podrías revertirla:

Cambios hormonales: las fluctuaciones hormonales, especialmente las relacionadas con el embarazo, el parto, la menopausia o problemas de tiroides, pueden favorecer la pérdida temporal o prolongada del cabello. Sin embargo, esta se detiene cuando se estabilizan los niveles hormonales.

Estrés: el 'enemigo invisible' del cuerpo puede desencadenar un tipo de pérdida de cabello llamada efluvio telógeno, donde el ciclo de crecimiento capilar se interrumpe y provoca una caída generalizada. Aunque suele ser temporal, si el estrés es prolongado o extremo, la recuperación del cabello tarda meses.

Deficiencias nutricionales: la falta de hierro, zinc, proteínas y vitaminas del complejo B puede afectar la salud capilar. Estas deficiencias debilitan el cabello, lo que aumenta su caída.

Enfermedades autoinmunes: en la alopecia areata, el sistema inmunológico ataca los folículos pilosos, provocando la caída repentina del cabello en parches circulares. En algunos casos, puede ser permanente.

Uso de medicamentos: algunos medicamentos, como los utilizados en quimioterapia, anticoagulantes, antidepresivos o para la hipertensión, pueden tener como efecto secundario la pérdida de cabello.

Quimioterapias: la quimioterapia y la radioterapia, al atacar células de rápida división, también afectan las células capilares, provocando una caída masiva del cabello.

Como podrás darte cuenta, el cabello no se cae únicamente por estrés, por ello es importante que, en cuanto notes que se te cae el pelo en abundancia, acudas con un especialista para evaluar los factores de riesgo de la calvicie.

¿Cuáles son los primeros síntomas de la calvicie?

Las primeras señales de alerta de calvicie incluyen:

Pérdida excesiva de cabello al cepillarse.
Ver más pelo en la almohada al despertar.
Notar áreas del cuero cabelludo más visibles o un adelgazamiento progresivo del cabello.
En algunos casos, la pérdida de cabello es más localizada y se presenta en parches.

¡No lo dejes pasar! Acude con tu dermatólogo cuando observes estos signos, ya que un diagnóstico temprano puede mejorar las opciones de tratamiento. Si la pérdida de cabello es repentina, está asociada con dolor o picazón, o si hay una pérdida de cabello irregular en parches, un especialista podría descartar problemas de salud subyacentes.

¿Cómo se trata la calvicie?
El tratamiento de la calvicie dependerá de la causa y gravedad. Existen opciones como medicamentos, terapias y cirugía. Los fármacos más comunes son minoxidil y finasteride. Sin embargo, ambos requieren prescripción médica.

Otra forma de tratar la calvicie es a través del trasplante capilar, donde se traslada cabello de zonas con mayor densidad a áreas afectadas. Esta opción es quirúrgica y suele ser efectiva en casos de alopecia androgénica avanzada. Además, algunas personas optan por la terapia láser, que estimula los folículos pilosos mediante luz de baja intensidad.

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