Semimoño de gimnasio y boyfriend blush con toque maestro: Dior reinventa el comfy chic de la belleza
Moda y Belleza25 de septiembre de 2024Yerandi SantanaCuando una piel está bien trabajada se convierte en un lienzo perfeccionador sobre el que, apliques lo que apliques se verá mucho más bonito. Este efecto es el que, desde hace años se busca en las pasarelas.
Por más que quieras que el maquillaje llame la atención con unos labios o unos ojos muy marcados, la piel de las modelos siempre irá impecable, capaz de resistir a focos, flashes y cambios de temperatura.
Gracias al maquillador Peter Philips, veterano de los mejores backstages de la moda, la piel se ha convertido en el desfile Primavera-Verano 2025 de Dior ya no en un lienzo, sino en la tez de una escultura de mármol del Museo del Louvre.
Para emular las áureas perfecciones del rostro de Diana cazadora -a la que se hacía constante referencia en todo el desfile-, en vez de recurrir a bases clarificantes, la luz se ha convertido en el puntero con el que destacar la luminosidad. El brillo de acabado gloss y los tonos rosados y melocotones que conforman la paleta de la temporada han sido los aliados del efecto tez muy natural y, prácticamente húmeda, como recién salida del entrenamiento.
Sin embargo, y aunque el maquillaje tenía mucha historia detrás, el centro de todas las miradas beauty ha resultado ser el cabello. Dior nos ha acostumbrado a recogidos en los que, aunque el cabello no busca tirantez ni perfección, siempre se borra de la ecuación. Puede tratarse de un moño de inspiración helenística, con mechones sueltos, pero, más allá de una diadema fina, nunca habrá un extra capilar. Hasta la Primavera-Verano 2025.
El peinado menos esperado
Estábamos avisados de que una parte fundamental de esta colección tendría una buena carga deportiva. No solo la escultura romana Diana cazadora o la presencia de Sagg Napoli tirando con arco durante todo el desfile. Los archivos sporty de Dior en los años 40 (en clave ecuestre) o 60 (aprés sky) han nutrido la colección, un reflejo que no solo ha quedado evidenciado al inicio del desfile, sino que se ha colado en el look beauty de todas las modelos.
Potenciando la textura natural del cabello, el recogido consistía en recoger las melenas hacia atrás, de tal modo que no todos los mechones quedarán perfectamente sujetos. Lo rompedor del peinado venía a continuación cuando, una coleta -ligeramente por debajo de la altura de la coronilla- no llegaba a recogerse.
Tras dar una vuelta con la goma de pelo, en la segunda vuelta no se pasaba todo el cabello por el elástico, lo que dejaba como resultado un 'semibun'. Un moño inacabado con el que el cabello se recogía y, a la vez se dejaba parte suelto en una coleta.
AV