La ONU activa el 'Protocolo de Seguridad Planetaria' ante la amenaza de un asteroide

Ciencia y Tecnología05/02/2025Celia SantanaCelia Santana
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Por primera vez en la historia, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha activado el Protocolo de Seguridad Planetaria tras detectar un asteroide potencialmente peligroso. Identificado como 2024 YR4, este objeto celeste, de hasta 90 metros de diámetro, tiene un 1,5% de probabilidad de colisión con la Tierra el 22 de diciembre de 2032.

 Aunque el riesgo sigue siendo bajo, la situación ha llevado a la NASA y a la Agencia Espacial Europea (ESA) a movilizarse para evaluar posibles estrategias de mitigación. El asteroide fue descubierto en diciembre de 2024 y ha sido clasificado con un nivel 3 en la Escala de Riesgo de Impacto de Turín. Este nivel indica que, aunque no se considera una amenaza inminente, requiere vigilancia y análisis detallados. Debido a ello, la ONU ha puesto en marcha mecanismos de seguridad para monitorear su trayectoria y evaluar el riesgo real.

Entre las medidas adoptadas, se ha activado la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), dirigidos por la NASA y la ESA. Estas organizaciones se encargarán de proponer estrategias de acción, incluyendo la posibilidad de desviar la trayectoria del asteroide mediante una nave espacial, una técnica ya probada con éxito en la misión DART en 2022.

Zonas en riesgo y posibles escenarios

Las proyecciones iniciales han determinado que Europa no se encuentra entre las zonas en peligro. Sin embargo, cinco regiones del planeta podrían verse afectadas: el este del océano Pacífico, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico, África y el sur de Asia. Habrá que esperar hasta el año 2028, cuando el asteroide se aproxime a 8 millones de kilómetros de la Tierra, para hacer un cálculo más preciso.

 En caso de impacto, la energía liberada sería similar a la de una explosión nuclear, con consecuencias similares a las producidas en Tunguska en 1908. No obstante, los expertos consideran que, en el hipotético caso de que se produjera un impacto, lo más probable es que el asteroide caiga en el océano o en una zona despoblada, minimizando los daños.

Uno de los desafíos actuales es que el 2024 YR4 se está alejando de la Tierra, lo que complicará futuras observaciones. A partir de abril de 2025, el asteroide dejará de ser visible, lo que obligará a los científicos a basarse en los datos actuales para continuar con la evaluación de su trayectoria.

 Los expertos recuerdan el caso del asteroide Apophis, detectado en 2004, que inicialmente presentaba un 2,7% de probabilidad de impacto en 2029. Sin embargo, estudios posteriores descartaron el peligro y, hoy en día, no se considera una amenaza.

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