

La creatina, tradicionalmente asociada al mundo del culturismo y el alto rendimiento deportivo, ha irrumpido con fuerza en la conversación pública y científica como un suplemento con potenciales beneficios que van mucho más allá del aumento de masa muscular.
Según reportó The Wall Street Journal, su consumo se ha disparado en los últimos años, impulsado por su popularidad en redes sociales y por el interés de diversos grupos demográficos, desde mujeres en menopausia hasta adultos mayores y adolescentes deportistas. Investigadores y expertos citados por el medio señalan que la creatina podría contribuir a la salud ósea, cerebral y cardiovascular, aunque advierten que no se trata de una solución mágica y que muchos de sus efectos aún se encuentran bajo investigación.
Un fenómeno global: crecimiento del mercado y popularidad transversal
El mercado mundial de suplementos de creatina ha experimentado un crecimiento notable. De acuerdo con datos publicados por The Wall Street Journal, su valor alcanzó los 1.110 millones de dólares en 2024 y se prevé que supere los 4.280 millones para 2030. Las ventas en cadenas especializadas como Vitamin Shoppe aumentaron un 320% entre 2019 y 2024, y la empresa incluso instauró el 9 de julio como el Día Nacional de la Creatina en 2022. Este auge no se limita a los atletas: la creatina se discute en foros y redes sociales entre mujeres de mediana edad, personas mayores y jóvenes deportistas, quienes comparten experiencias y resultados.
Axios también destaca que la creatina monohidrato, antes reservada para fisicoculturistas, se ha convertido en un tema de interés para quienes buscan mejorar su salud y longevidad. Expertos en longevidad, como el médico Peter Attia, subrayan la importancia de desarrollar fuerza muscular antes de la vejez para mantener la movilidad y la calidad de vida en las últimas décadas.
¿Qué es la creatina y por qué suplementarla?
La creatina es un compuesto que el cuerpo produce de forma natural, principalmente en el hígado y el cerebro, en cantidades de uno a tres gramos diarios, según explicó Darren G. Candow, profesor y director del Laboratorio de Salud Muscular y Ósea en la Universidad de Regina, Canadá, en declaraciones recogidas por The Wall Street Journal. Sin embargo, el organismo requiere entre uno y tres gramos adicionales al día, que se obtienen principalmente a través de la dieta, especialmente de carnes y mariscos. Jeffrey Stout, profesor de kinesiología en la Universidad de Florida Central, señaló que para obtener dos gramos de creatina de forma natural sería necesario consumir cerca de medio kilo de carne, una cantidad poco habitual en la dieta diaria.
El consumo de creatina en la alimentación ha disminuido en las últimas dos décadas, lo que ha impulsado la popularidad de los suplementos. Para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas, la suplementación puede ser especialmente relevante, ya que la creatina no se encuentra en fuentes vegetales.
Beneficios potenciales: más allá del músculo
Evidencia científica sobre la creatina se ha expandido en los últimos años, abarcando áreas que trascienden el rendimiento deportivo. The Wall Street Journal y Health recopilan estudios que sugieren que la creatina puede mejorar la fuerza y la masa muscular, facilitar la recuperación tras el ejercicio y, en combinación con entrenamiento de resistencia, ayudar a mantener la densidad ósea, especialmente en mujeres posmenopáusicas.
Abbie Smith-Ryan, profesora de fisiología del ejercicio en la Universidad de Carolina del Norte, indicó que, aunque no se espera un aumento drástico de la densidad ósea, el mantenimiento de esta en mujeres tras la menopausia podría tener un impacto significativo a largo plazo.
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