

Deportes.- Los Toronto Blue Jays sumaron el martes su décima victoria al hilo, al vencer 6-1 a los Medias Blancas de Chicago en un juego acortado a seis entradas por lluvia. El equipo se coloca a solo un triunfo de igualar la mayor racha ganadora en la historia de la franquicia, registrada por última vez en 2015.
Con este resultado, los Azulejos alcanzan 54 victorias antes del Juego de Estrellas, la mayor cantidad en la historia del club, superando las campañas de 1992 y 1985, con cuatro partidos aún por disputar antes del receso.
El mánager John Schneider destaca que la clave está en que los jugadores “han asumido quiénes son, tanto a nivel individual como colectivo”. A diferencia de la tradicional frase de “haz tu trabajo”, aquí hay alegría, energía y propósito compartido.
La victoria del martes se construyó sobre fundamentos clásicos: una sólida apertura de Chris Bassitt, quien permitió una sola carrera en seis episodios, y un cuerpo ofensivo que ejecutó a la perfección cada rol asignado, desde las estrellas hasta los peloteros de fondo del roster.
Uno de los ejemplos más claros es George Springer, quien ha redefinido el puesto de bateador designado, llamándolo ahora “Offensive Player”, porque no se limita a batear, también corre las bases con agresividad e inteligencia, como demostró al anotar desde primera tras un doble de Vladimir Guerrero Jr.
Springer, con 35 años, atraviesa una campaña digna de Juego de Estrellas y su liderazgo es clave para mantener la química del grupo. Según Schneider, cuando figuras como Springer, Vladdy o Bo Bichette adoptan su rol con seriedad, el resto del equipo se contagia.
Bo Bichette, cuarto bate, también ha respondido en momentos clave. En la misma tercera entrada, pegó un sencillo sólido al jardín izquierdo, demostrando su capacidad para producir con corredores en posición anotadora, incluso ante pitcheos difíciles.
Otro nombre que resurgió fue Davis Schneider, quien abrió el marcador con un jonrón en solitario. Aunque ocupa el último turno del lineup, ha asumido su función de aportar poder y castigo en cada turno, justo lo que el equipo buscaba en un bateador derecho.
Para Schneider, cada noche hay un héroe distinto, y eso es parte del secreto: roles claros, ejecución precisa y confianza mutua. El gerente general Ross Atkins había mencionado la necesidad de encontrar un bateador de poder, pero parece que Davis ha vuelto a levantar la mano en el momento justo.
Con identidad definida y compromiso colectivo, los Azulejos no solo ganan, sino que convencen. A cuatro partidos del receso, y con una atmósfera positiva dentro del clubhouse, el equipo se proyecta como una amenaza real en la Liga Americana si logran mantener esta sinergia.
(Con información de MLB en Español)



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