
Fraude en programa de menores migrantes causa retrasos en visas para sacerdotes y religiosos en EE.UU.
Internacionales31/07/2025

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe que muestra un fraude generalizado en su programa de residencia permanente para menores no acompañados, lo que ha provocado un retraso en la emisión de visas para sacerdotes y religiosos nacidos en el extranjero, cuyas visas entran en la misma categoría.
Según un informe publicado el 24 de julio, el USCIS ha identificado un fraude generalizado de edad e identidad entre los solicitantes del programa de visa de Inmigrante Juvenil Especial (SIJ, por sus siglas en inglés), destinado a inmigrantes no acompañados menores de 21 años.
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El USCIS reveló que, de los 300,000 solicitantes de SIJ que revisó entre 2013 y 2024, la mayoría de los peticionarios de SIJ tenían más de 18 años. Solo en 2024, el 52% de los solicitantes tenían 18, 19 y 20 años. Un tercio de todos los solicitantes de SIJ eran hombres mayores de 18 años. La gran mayoría de los solicitantes, el 73.6%, provenía de El Salvador, Guatemala u Honduras.
Normalmente, los peticionarios de SIJ deben presentar pruebas de que fueron “declarados dependientes de un tribunal estatal de menores” o que, de alguna manera, han sido puestos bajo la tutela de una agencia estatal o de una entidad o individuo designado por el tribunal.
Para obtener el consentimiento para la clasificación SIJ, deben proporcionar las “razones fácticas por las que el tribunal estatal determinó que el extranjero fue abusado, descuidado o abandonado por uno o ambos padres, y por qué es en el mejor interés del extranjero permanecer en los Estados Unidos”, junto con “pruebas de que un tribunal estatal otorgó o reconoció alguna forma de alivio por maltrato parental”.
Los solicitantes cometieron fraude de diversas maneras, incluyendo la falsificación de su edad, nombre y país de ciudadanía en documentos oficiales. En algunos casos, los solicitantes mayores de 18 años que ingresaron a los Estados Unidos sin inspección “presentaron peticiones ante tribunales estatales solicitando que otros adultos extranjeros que también ingresaron recientemente a los Estados Unidos sin inspección fueran designados como sus tutores para poder presentar peticiones SIJ”.
La noticia del fraude generalizado en el programa de menores llega meses después de que se revelara que una afluencia de solicitantes de visas para menores resultó en un retraso sin precedentes en la categoría de visa de preferencia basada en empleo de cuarta categoría (EB-4), la misma categoría utilizada por sacerdotes y religiosos nacidos en el extranjero.
“El aumento en la demanda de visas de inmigrante SIJ crea una presión significativa en la categoría EB-4”, afirma el informe del USCIS. “Estas visas de inmigrante están numéricamente limitadas y se asignan según el país de origen. Otros inmigrantes especiales dependen de visas de la categoría EB-4. Esto resulta en tiempos de espera significativos para otros inmigrantes especiales en los Estados Unidos”.
El informe señaló que los “ministros de religión” están entre los otros inmigrantes especiales que obtienen visas de la categoría EB-4.
Según las tendencias de datos en el informe sobre los tiempos de espera para las visas EB-4, la demanda creciente en la categoría comenzó a escalar en 2016. Para marzo de 2025 —dos años después de que la administración Biden agregara a los menores a la categoría— el tiempo de espera para la categoría se extendió a cinco años y siete meses.
Cada año, el Congreso decide cuántas tarjetas de residencia —visas que otorgan residencia permanente en los Estados Unidos— pueden estar disponibles. Estas tarjetas de residencia se dividen en categorías según varios factores, incluyendo el empleo o el estado de relación con ciudadanos estadounidenses.
“El proceso para obtener el estatus de residencia permanente, que hace un par de años probablemente podría hacerse en algún lugar entre 12 y 24 meses, ahora va a tomar significativamente más tiempo”, dijo en marzo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— Miguel Naranjo, director de servicios de inmigración religiosa en la Catholic Legal Immigration Network.
“Hay una gran demanda en la categoría EB-4”, continuó Naranjo, diciendo que los trabajadores religiosos no se habían visto previamente afectados por el aumento de menores no acompañados hasta el último año y medio, después de que el Departamento de Estado designara toda la categoría como “sujeta a retrasos” debido al gran aumento de la demanda en toda la categoría.
El aumento se produjo después de la incorporación de menores a la categoría por parte de la administración Biden en marzo de 2023, lo que llevó a que el programa distribuyera todas las tarjetas de residencia disponibles en la categoría mucho antes del final del año fiscal 2023-2024. No se emitirán más tarjetas de residencia hasta el inicio del próximo año fiscal 2025-2026 en octubre.
Debido al retraso, muchos sacerdotes y religiosos que intentan permanecer en los Estados Unidos para continuar sus ministerios corren el riesgo de verse obligados a abandonar el país antes de que su solicitud de tarjeta de residencia haya sido procesada durante al menos un año.
Normalmente, los trabajadores religiosos ingresan a los Estados Unidos con visas R-1, que tienen un límite de cinco años. Mientras tanto, los trabajadores religiosos que esperan quedarse en los Estados Unidos solicitan visas en la categoría EB-4. Sin embargo, la afluencia de solicitantes menores ha causado un gran retraso en la categoría, lo que significa que muchos trabajadores religiosos se verán obligados a abandonar el país cuando expiren sus visas R-1.
“Me hace sentir triste y traicionado”, dijo el P. Paschal Anionye, sacerdote de la Diócesis de Warri en Nigeria que trabaja en Nueva York, en reacción a los hallazgos del USCIS, “especialmente porque mis esperanzas —y las de muchos nigerianos y africanos en general— de vivir de manera segura y de estudiar y servir en un entorno multicultural, multiétnico y diverso se ven frustradas”.
Anionye describió además la situación que enfrentan los sacerdotes y religiosos nacidos en el extranjero como “desalentadora”, dadas las necesidades de las diócesis católicas en todo Estados Unidos.
El sacerdote nigeriano, que se encuentra en los Estados Unidos con una visa R-1 emitida en abril de 2023, planea solicitar su tarjeta de residencia después de que su visa sea renovada en octubre.
Dijo a CNA: “Me sentiré terrible, horrorizado y decepcionado” si se ve obligado a regresar a Nigeria antes de que se procese su solicitud de tarjeta de residencia, “ya que vine a los Estados Unidos no solo para buscar un entorno seguro ante la persecución cristiana en Nigeria… sino con la genuina intención de servir como misionero, como siempre ha sido mi deseo desde mis primeros días en el seminario”.
Expresó además su temor de poner en mayor riesgo a su madre y hermanos, diciendo que su regreso no solo lo convertiría en objetivo, sino que también renovaría las amenazas contra ellos. “Perdí a un primo a manos de secuestradores en 2015 y sigo cargando con el trauma relacionado con preocupaciones de seguridad”, añadió.
Criminalidad entre los solicitantes de SIJ
Datos preocupantes en el informe también identificaron que un subconjunto de 18,829 de los solicitantes mayores al programa estaban “involucrados en criminalidad significativa”, con registros que muestran 36,920 encuentros con la ley entre estos individuos, lo que indica múltiples arrestos para algunos.
Según el informe, al menos 120 peticionarios fueron arrestados por asesinato, y 200 peticionarios aprobados fueron condenados por delitos sexuales y obligados a registrarse en el Registro Nacional de Delincuentes Sexuales. Otros peticionarios de SIJ fueron arrestados por delitos graves adicionales, incluyendo intento de asesinato, asalto, violación, abuso sexual infantil, posesión y distribución de material de abuso sexual infantil, violencia doméstica, robo de autos y tráfico de drogas.
Más de 500 solicitantes de SIJ aprobados para la clasificación SIJ desde 2013 eran miembros conocidos o sospechosos de pandillas violentas.
En algunos casos, señala el informe, estos pandilleros, que obtuvieron el estatus de residencia legal permanente como SIJ, eran “buscados por autoridades policiales extranjeras por asesinatos que presuntamente cometieron antes de ingresar a los Estados Unidos sin inspección y presentar [peticiones SIJ]”.
Aunque el número es relativamente pequeño, el informe también identificó a terroristas conocidos o sospechosos que presentaron peticiones SIJ, incluyendo “un extranjero de Tayikistán sospechoso de planear un ataque terrorista del Estado Islámico (IS) en los Estados Unidos”.
“Extranjeros criminales están infiltrándose en los Estados Unidos a través de un programa destinado a proteger a niños extranjeros abusados, descuidados o abandonados”, dijo el portavoz del USCIS, Matthew J. Tragesser, quien criticó a los jueces “activistas” y las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden.
El Congreso ha presentado legislación bipartidista para ayudar a mantener a los trabajadores religiosos, incluidos sacerdotes y religiosos católicos, en el país extendiendo sus visas en lugar de enviarlos de regreso a sus países de origen en medio del retraso en la categoría EB-4.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.



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