Xiaomi 17 Pro sorprende con segunda pantalla y desafía al iPhone 17

Tecnología.- El Xiaomi 17 Pro llega con una apuesta atrevida: una segunda pantalla integrada en el módulo de cámaras que lo pone cara a cara con el recién estrenado iPhone 17. En un mercado donde la innovación parece ir de a poco, la marca china decidió romper esquemas y ofrecer algo distinto, apostando por un diseño que mezcla utilidad y originalidad.

 
El dispositivo abandona el característico círculo de cámaras de generaciones pasadas y lo sustituye por un módulo rectangular con una pequeña pantalla trasera, bautizada como Dynamic Back Display. Su tamaño es reducido, pero ofrece funciones que van desde mostrar la hora, notificaciones y controles de música, hasta servir como visor para selfies con la cámara principal.

Este cambio recuerda a la moda de los teléfonos plegables y sus dobles pantallas, aunque Xiaomi lo destila en un formato más sencillo y accesible. La empresa lo describe como un paso hacia un diseño más elegante, sin perder la esencia de sus equipos centrados en la fotografía.

La utilidad de esta segunda pantalla es diversa: permite fijar recordatorios o códigos QR para evitar el clásico “baile incómodo” de cambiar de ventana, ofrece temas animados con mascotas que reflejan el estado del teléfono y hasta habilita un modo de consola retro portátil con controles físicos que transforman al móvil en una especie de Game Boy moderna.

 
Aunque todavía hay limitaciones —varias funciones en tiempo real solo funcionan con aplicaciones chinas—, la idea resulta llamativa. Para muchos usuarios, lo más práctico puede ser la posibilidad de revisar notificaciones sin desbloquear el móvil o la opción de usar la cámara trasera para selfies de alta calidad.

Más allá de su novedad, el Xiaomi 17 Pro busca diferenciarse en un año donde la mayoría de los fabricantes parecen seguir fórmulas muy similares. Con este giro de diseño, la marca china no solo reta al iPhone 17, sino que abre la conversación sobre qué tanto están dispuestos los usuarios a probar funciones que salen de lo común.