

El 41 % de Cuba tendrá este viernes apagones simultáneos durante el horario de mayor demanda de energía en la tarde-noche, según las previsiones de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE), que anuncia también cortes durante todo el día.
Los frecuentes apagones se deben a la crisis energética por la que atraviesa la isla caribeña. La situación, agravada desde el año pasado, se refleja en elevadas tasas de déficit y cortes de más de 20 horas diarias en varias regiones del país.
Ello se debe, entre otros factores, a que las centrales termoeléctricas, la columna vertebral de la generación energética nacional, están en su mayoría obsoletas, tras décadas de explotación y un déficit crónico de inversión y mantenimiento.
Asimismo, muchos motores de generación eléctrica se encuentran fuera de servicio por la falta de divisas del país para importar combustible, lubricante o repuestos.
¿Qué dice el gobierno?
El gobierno cubano señala que las principales causas de los apagones son las averías en las centrales térmicas -con décadas acumuladas de explotación-, y la falta de combustible y de divisas para importarlo.
La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, calcula para el horario "pico" en la tarde-noche de esta jornada una capacidad máxima de generación de 2.003 megavatios (MW) para una demanda de 3.300 MW.
Esto supone un déficit (la diferencia entre oferta y demanda) de 1.297 MW y una afectación estimada (lo que se desconecta realmente para evitar apagones desordenados) de 1.367 MW. Es frecuente que los valores reales superen el pronóstico oficial.
Actualmente, cinco de las 16 unidades de producción termoeléctrica disponibles (31 %) están fuera de servicio por averías o mantenimientos.
Más
Además, 50 centrales de generación distribuida (motores) se encuentran fuera de servicio por falta de combustible (diésel y fueloil) y otra treintena no están operativas por déficit de lubricante.
Expertos independientes señalan que la crisis energética responde a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959.
El Gobierno cubano destaca por su parte el impacto de las sanciones estadounidenses a esta industria y le acusa de "asfixia energética".
Diversos cálculos independientes coinciden en estimar que el Gobierno cubano necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el sistema eléctrico, una cantidad de la que La Habana no dispone.
Los apagones suponen un fuerte lastre a la economía nacional, que se contrajo un 1,1 % en 2024 y suma en los últimos cinco ejercicios una caída acumulada del 11 %, según datos oficiales. La CEPAL también prevé que su producto interno bruto (PIB) sea negativo este año.
Los cortes atizan asimismo el descontento social en Cuba y han estado vinculados a las principales protestas que se han registrado en el país en los últimos años, como las masivas de julio de 2021.