Autoridades australianas vinculan ataque en Sídney con el Estado Islámico

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirmó este martes que el atentado terrorista perpetrado el domingo en Sídney estuvo motivado por la ideología del Estado Islámico, un extremismo “de odio”, aunque subrayó que, según la información preliminar, los autores habrían actuado de manera individual.

“Parece que estuvo motivado por la ideología del Estado Islámico, la ideología que ha existido durante más de una década y que condujo a esta ideología de odio y, en este caso, a la disposición para cometer asesinatos en masa”, declaró Albanese en una entrevista con la cadena pública ABC.

El mandatario confirmó que uno de los autores del ataque, el hijo, identificado como Naveed Akram y que permanece en coma, fue investigado en 2019 por posibles vínculos con el Estado Islámico, aunque en aquel momento no fue considerado una amenaza activa.

Albanese calificó el ataque como un acto “meticuloso, calculado y a sangre fría”, que ha conmocionado al país y golpeado uno de los espacios más emblemáticos de Australia. “No es quienes somos como nación. Somos un país que abraza la tolerancia y el respeto”, afirmó.

El jefe del Gobierno indicó que las investigaciones, lideradas por la Policía de Nueva Gales del Sur junto con el Equipo Conjunto Antiterrorista, apuntan a una planificación detallada del atentado y, por ahora, no revelan vínculos directos con otras células extremistas. No obstante, recalcó que la investigación continúa abierta con la participación de la Policía Federal Australiana, la agencia de inteligencia interna ASIO y socios internacionales del grupo Five Eyes.

Por su parte, el jefe de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, informó de que ambos sospechosos habían viajado en los meses anteriores a Filipinas, aunque no precisó el motivo del desplazamiento. También detalló que en el vehículo del hijo se encontraron dos banderas del Estado Islámico de fabricación casera, además de artefactos explosivos improvisados.

El tiroteo se produjo alrededor de las 18:40 hora local del domingo, cuando padre e hijo, armados con rifles, abrieron fuego contra la multitud reunida en el parque Archer, junto a la popular playa de Bondi, con motivo del inicio de la festividad judía de Janucá. Ante el componente antisemita del ataque, el primer ministro defendió las medidas adoptadas por su Gobierno para combatir el odio, entre ellas la prohibición de símbolos nazis, la creación de un enviado especial contra el antisemitismo, un registro nacional de delitos de odio y el refuerzo de los controles migratorios para detectar actitudes extremistas. “Queremos erradicar el antisemitismo. Ese es el objetivo”, sostuvo.

Asimismo, anunció que su Ejecutivo impulsará un endurecimiento de las leyes sobre armas de fuego, con especial atención a la mejora del sistema de control de licencias. Entre las iniciativas figuran la aceleración del Registro Nacional de Armas, un mayor uso de inteligencia criminal para la concesión de permisos, la posible limitación del número de armas por persona y la revisión de los tipos de armamento permitidos. Uno de los atacantes, el padre, contaba con licencia desde hacía una década y tenía al menos seis armas registradas.

En relación con las víctimas, el ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Ryan Park, informó de que 26 personas continúan hospitalizadas, de las cuales 12 permanecen en estado crítico, mientras las autoridades sanitarias advierten de que varios heridos afrontan un proceso de recuperación largo y complejo. Park señaló que algunos deberán someterse a “cirugías continuas por lesiones devastadoras como resultado de este horrendo ataque”, y aseguró que el sistema de salud del estado sigue plenamente movilizado.

El ministro también se refirió a Ahmed Al Ahmed, reconocido por su actuación heroica durante el incidente, y explicó que enfrenta “algunos desafíos por delante”, aunque se encuentra ingresado en el hospital Saint George, en el sur de Sídney, donde, según afirmó, “recibirá la mejor atención posible”.

De forma paralela, la solidaridad ciudadana se ha volcado en apoyo a las víctimas y sus familias mediante una campaña en la plataforma GoFundMe, que en las últimas horas ha recaudado fondos destinados a cubrir gastos médicos, rehabilitación y apoyo a largo plazo para los afectados.