Alejar a las personas de tu lado podría hacer que te salgan arrugas, según expertos

Curiosidades 03 de abril de 2024 Margarita Victorino Margarita Victorino
arruga

El envejecimiento, ni se diga prematuro, es una lucha que todo hombre desea ganar. La exposición solar y los malos hábitos son señalados como principales causantes de la aparición arrugas. No obstante, una reciente investigación señala a otro culpable del envejecimiento acelerado del cuerpo: aislamiento social. 

Durante años, los efectos de la soledad en el ser humano han sido ampliamente estudiados. Un artículo de la National Institutes of Health, describe que el aislamiento, además de hacer sentir mal a la persona que lo enfrenta. Se encuentra relacionado con el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer o presión arterial alta. Un problema profundo en una sociedad donde le paso del tiempo va ligado con el aislamiento.  

¿Qué es el aislamiento social? 
La National Institute on Aging (NIH) menciona que el aislamiento social es la falta de contacto social y el interactuar muy poco con las personas que se encuentran en el entorno. Y es que una persona que vive en compañía puede llegar a sentirse sola, y alguien que se encuentra solo en un espacio estar acompañado, lejos del aislamiento. 

"Los individuos que se sienten solos o socialmente aislados hacen muy poco ejercicio, suelen beber alcohol o fumar, y a menudo, duermen mal. Elementos que con el tiempo incrementan sus posibilidades de visitar el área de urgencias", indica la NIH.  Pero, ¿cómo esta sensación puede influir en la aparición de arrugas o envejecimiento de las células?   

¿Entre más solos mayor es la posibilidad de morir? 

Un reciente estudio realizado por el Instituto Médico Mayo Clinic, y publicado en la revista científica Journal of the American College of Cardiology: Advances, identificó los vínculos sociales que afectan la salud física y la longevidad de las personas. 

En un estudio reciente, se utilizó una innovadora metodología, el Índice de Conexión Social, para evaluar cómo nuestras interacciones diarias y la pertenencia a comunidades influyen en nuestro bienestar. A través de seis preguntas clave, que exploran desde la asistencia a eventos sociales y la frecuencia de contacto telefónico con seres queridos, hasta la participación en actividades comunitarias y la situación sentimental, se buscó comprender el papel del tejido social en nuestra salud.

Para cuantificar el aislamiento social, cada interacción se valoró, sumando un máximo de 4 puntos, donde un puntaje menor indicaba mayor aislamiento. Sorprendentemente, los resultados mostraron que aquellos con un rico entramado social no solo disfrutaban de una vida más plena, sino que también presentaban signos de envejecimiento más lentos según marcadores específicos, como el IA-ECG.

Este vínculo entre la vida social y la longevidad fue evidente al observar las tasas de mortalidad durante el estudio: aquellos con índices más bajos en el Índice de Conexión Social tenían mayores probabilidades de morir. 

Salud180

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