Autoridades colombianas investigan la misteriosa muerte de cinco menores indígenas yukpa

Internacionales 26 de marzo de 2024 Margarita Victorino Margarita Victorino
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Las autoridades colombianas abrieron una investigación tras la muerte, en extrañas circunstancias, de cinco menores indígenas yukpa que vivían en el resguardo Iroka, ubicado en el municipio San Agustín Codazzi del departamento del Cesar, al noreste del país.

Aunque en principio la muerte de los menores fue comentada como un accidente, al señalar que habían consumido por error un alimento con altos niveles de toxicidad, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) reaccionó al hecho y lo calificó como un "asesinato".

"Condenamos el asesinato de los cinco niños de la comunidad indígena Yupka, de entre 3 y 15 años, del resguardo de Iroka, en San Agustín Codazzi, Cesar. Nos solidarizamos con la familia y la comunidad en su dolor y exigimos una pronta investigación para esclarecer los hechos", indicó el ICBF a través de la red social X.

Los cinco menores murieron el pasado 24 de marzo. Dos de ellos, fallecieron luego de ser llevados a un centro de salud, sitio al que llegaron gravemente afectados.

El ICBF informó que están a la espera de establecer contacto con las autoridades de la comunidad indígena yukpa para ofrecer acompañamiento y apoyo psicosocial a los familiares de las víctimas.

Igualmente, la institución indicó que está atenta a los resultados de la investigación que adelanta la Fiscalía colombiana para aclarar este incidente.

Dudas sobre la primera versión

Durante los actos fúnebres que realizaba la comunidad yukpa para despedir a los menores a través de sus costumbres ancestrales, un grupo de allegados de las víctimas observó que los cuerpos de varios niños presentaban signos de violencia.

Al percatarse de estas heridas, los familiares pausaron el funeral e hicieron un llamado a las autoridades para que les practicaran autopsias a los menores y así determinar por qué murieron.

El sociólogo y defensor de los derechos del pueblo Yukpa, Edward Álvarez, afirmó a medios locales que los niños no murieron "por algún accidente" sino que fueron víctimas de un crimen. "Algo le hicieron a estos niños y muestra de ello es que Cristina, la niña de 15 años, aparece con una herida en el cráneo y aparece con sus vestidos, rasgados", dijo.

"Esto fue un crimen contra estos niños y no es cierto que los niños hayan consumido corozo. En el pueblo indígena yukpa los niños son cazadores, recolectores, ellos saben muy bien qué comen y no comen de la naturaleza. Alguien los obligó a comer algo y posteriormente fallecieron", añadió el experto.

RT

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